Hola Cake: China ya tiene su moto eléctrica estilo Ikea

Paaa, que calentura me agarraba cuando era chico y por ahí me conseguía alguna pilcha original para salir de joda y al fin de semana siguiente alguien ya te la había copiado. Imaginate, en un pueblo de 15-20 mil habitantes te sabes hasta el DNI del que te lo copió. Así que un día, en un viaje a Buenos Aires, fui al extremo para ver qué tanto coraje tenían los Salieris del pueblo. Entre a Mango y me compré unos pantalones tipo cargo naranja. Una lástima que no tenga una foto a mano para ilustrarlos, eran menos grave de lo que suenan. Quizás quienes fueron adolescentes en los 90 los recuerden. Una fortuna y media me costaron, pero se ve que los copiones no tuvieron lo que hay que tener para sumarse a la tendencia.

Menciono esto porque cuando aparecieron las Cake hace unos años me acordé automáticamente de los pantalones naranja y de quién tendría el coraje para copiarlas. Un diseño bastante único el de las motos eléctricas suecas, propio de un ensayo de diseño para cualquier museo de arte moderno del mundo. Pero a todo cerdo le llega su San Martín dice el refrán, y finalmente las Cake Kalk, por ahora, tuvieron su copia china por parte de Gowow. Eso desde lo estético al menos.

En los papeles, la Gowow Ori, como se denomina a esta e-bike, tiene también interesantes credenciales para mostrar. Con un peso en orden de marcha de 73 kilos y una distribución del peso 50:50, la Ori se presenta como una moto picantona con su motor de 420 Nm de torque en una moto que está limitada electrónicamente a 100 km/h. Si miramos la potencia, las cifras son bastante más escuetas con apenas 12 caballos de potencia máxima. Todo torque. A juzgar por las imágenes, la relación de la Gowow Ori es mucho más larga que la Cake Kalk.

Las baterías a las que Gowow llama Speedy as Meteor-power son de desarrollo propio y consiste de 21700 celdas con las que el pack declara una autonomía de 100 kilómetros con una sola carga, algo que no asombra para una moto de calle pero es más que digno para una off-road. Obviamente, además, la moto viene acompañada de una app desarrollada por el fabricante que integra estadísticas de uso e información de la moto en tiempo real.

El chasis de la Gowow Ori está construido en una doble viga de material compuesto desarrollado por la misma marca, algo que sorprende bastante en una moto que ha copiado casi totalmente a otra. La suspensión trasera es propia de una moto off-road, con un sistema de bieletas con cuatro anclajes y lo que parece ser un monoshock con reservorio y regulaciones varias. Los barrales invertidos delanteros muestran un recorrido más que importante y varias regulaciones, aunque en el caso de esta moto no están provistos por Öhlins como en el caso de la Cake.

Esta moto acaba de ser homologada en Japón para poder circular por la vía pública. Se ofrece en una versión road-legal clasificada como Moped Type 2 que viene con iluminación, bocina, giros y espejos. En aquel país la moto tiene un valor equivalente a USD 8.100, un precio bastante alto para aquel país. En otros mercados, como Estados Unidos, la moto se puede conseguir por alrededor de USD 5.600 solo para uso off-road.

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