Una víctima innecesaria que deja en evidencia la gravedad de la inseguridad para los motociclistas

Andres Blaquier generó en pocas horas el revuelo que no había generado ningún otro motociclista en el último tiempo y captó la tan necesaria atención de los medios y de las autoridades. Siempre decimos que acá nos gusta hablar de lanzamientos, de novedades, de pruebas, de viajes, pero tampoco podemos mantenernos ajenos a una situación tan crítica como la que estamos viviendo en Buenos Aires y sus alrededores desde hace ya un buen tiempo.

Nos llegan mensajes todo el tiempo de situaciones de inseguridad, sobre todo los fines de semana. Fotos, audios relatando lo sucedido, videos, lo que se les ocurra. Antes eran comentarios de un conocido del vecino de otro conocido, donde no sabíamos a ciencia cierta si el hecho había ocurrido o no y la información se iba distorsionando con el boca a boca. Ahora tienen nombre y apellido, son de algún grupo de gente que conocemos y generalmente la información llega con algún tipo de archivo que la documente. Pero nadie, autoridades o fuerzas de seguridad, tomó cartas en el asunto y la gravedad de la situación continuó en aumento.

Cada fin de semana un testimonio nuevo. Más de uno para ser cierto. Un balazo por aquí, una moto tirada a la banquina por allá, algún afortunado que pudo escapar de milagro de la situación y otros cuya suerte no fue tan favorable y terminaron con algún tobillo torcido o raspón. Pero puedo contarla, desgracia con suerte muchachos, anden con cuidado. Algún que otro medio se encargó de levantar algún video de estos, pero el foco parecía estar puesto más en la velocidad que desarrollaba la moto con la que se escapó que la gravedad de la situación y el abandono total de la seguridad para los motociclistas.

Ayer pasó lo que pensamos que podía llegar a pasar, porque somos muchos los que amamos andar en dos ruedas y en algún momento iba a llegar el turno de tener que lamentar una víctima fatal, con el agregado de tratarse de una persona de mucha importancia a nivel empresarial en nuestro país. Andrés Blaquier era miembro de la familia dueña de Ledesma SAAI, que probablemente conozcan por el azúcar o el papel de esa marca ya que es una de las 25 empresas más importantes de nuestro país. Y obviamente todos los medios, canales y autoridades relacionadas con la seguridad se hicieron eco de lo sucedido.

Lo más grave, para nosotros, es que no encontramos la raíz del problema con lo sucedido. Mataron a un hombre que paseaba en moto con su mujer para robarle la moto. Pero la moto la dejaron a los pocos kilómetros. Lo mismo sucedió hace unos días con un hombre de Chivilcoy al que quisieron robarle la moto. Le metieron un tiro, lo dejaron tirado en el Acceso Oeste y también dejaron la moto. Otro más por la zona de Capilla del Señor, lo empujaron a la banquina mientras circulaba a más de 100 km/h, quedó tirado con toda la moto rota y un esguince en el tobillo y los tipos se fueron como si nada.

¿Matan para robar? ¿roban por diversión? ¿matan por diversión? ¿Cómo se soluciona esto? Mientras tanto en la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores los motociclistas están regalados al tiempo que cometen el pecado de disfrutar por un rato de sus motos.

Pero faltaba un caso como el de Andrés Blaquier, lamentablemente, generando mucho revuelo en todos los medios, redes sociales y llegando a oídos de las distintas autoridades que han mirado para otro lado todo este tiempo. Hoy lunes 31 de octubre, los dos acusados principales de haber realizado el robo y asesinato el pasado sábado están detenidos.