¿Se acabó la torta?: Cake presenta los trámites para iniciar la quiebra en Suecia

Parecen no ser los días más felices para el fabricante sueco de motos eléctricas. Lo que nació de una buena idea allá por 2018 como una startup que probó suerte con una edición limitada de 50 unidades fue tomando volumen y escala de negocio al levantar mucho la atención del mundo financiero y comenzar a recibir inversiones que le permitieron desarrollar el negocio y llevarlo a distintos mercados alrededor del globo.

En mes pasado, a través de NHTSA de Estsados Unidos se emitió un recall de seguridad en algunos modelos de la Cake Kalk por el riesgo de que algunas baterías pudieran prenderse fuego. Al momento de que saliera este recall, los documentos presentados por Cake decían que el plan de la marca era tener baterías disponibles para reemplazarlas en las unidades afectadas durante 2024.

Si bien no se puede afirmar que ese plan no pueda llevarse a cabo, de acuerdo a la información de las últimas horas se puede afirmar que el panorama luce bastante más complicado para el fabricante sueco que en el mes pasado.

El 1 de febrero de 2024, muchos medios suecos dedicados a las noticias económicas y de negocios comenzaron a reportar que Cake Motorcycles se encuentra en el proceso de iniciar la quiebra. Todavía desde la compañía sueca dedicada a la fabricación de motos eléctricas no han comunicado nada.

Como suele pasar con muchas nuevos emprendimientos, y sobre todo en un negocio de estas características, la necesidad de capital es clave para llevar adelante el desarrollo y crecimiento del negocio. Imagínense lo que se necesita en un negocio como el de Cake para incrementar la capacidad de producción, en investigación y desarrollo para mejorar el producto e incorporar nuevos modelos al lineup, en capital de trabajo para bancar el giro del negocio, incorporar personal, pagar sueldos, costos, impuestos, y todo lo que se les ocurra.

Y ahí es donde aparecen las rondas de fondeo, en la que Cake ofrece un % de la compañía, a una determinada valuación según el momento en el que se encuentra, a cambio de fondos frescos para lograr los objetivos y hacer crecer el negocio. En 2021 cake consiguió fondear con 60 millones de dólares con el objetivo de escalar la producción y expandir globalmente el negocio. Obviamente hay un riesgo allí por parte de los inversores, que si sale bien hará que su inversión valga más y si sale mal dificultará las cosas para conseguir más fondos en próximas rondas de inversores y, probablemente, les demande inyectar más fondos para sostener la compañía de la que ahora son dueños.

Evidentemente a Cake se le complicó conseguir más fondos últimamente, de acuerdo a las declaraciones de su CEO Stefan Ytterborn, especialmente negociaciones fallidas en la última ronda de fondeo que, aparentemente, se cayó por completo en los últimos días. El medio financiero sueco Breakit reportó el pasado 24 de enero que la situación financiera de Cake estaba tan complicada que no podía pagar sueldos para los 139 empleados que trabajan en la compañía.

No se trata de un único problema, sino de varios factores que causaron que terminemos en esta situación. El cambio climático no están más en el foco, estamos en una recesión. Se trata de nosotros, pero también del ecosistema de los capitales de riesgo. En este momento está completamente muerto, no hay inversores para la última fase en la que se encuentra Cake, dijo Ytterborn.

Uno de los factores importantes, según Ytterborn, es que se dieron cuenta que no se puede esperar que la gente pague USD 4.000 o más por un producto online que la gente no ha tocado ni manejado. El plan inicial de la marca de venta directa al consumidor a través de la web oficial, dijo, atraería más atención si los clientes tuvieran mejores oportunidades de hacer un test ride de los distintos modelos.

En 2023 hubo muchas ventas a consumidores finales, no flotas de empresas, en parte gracias a lograr que las motos estuvieran más al alcance para ser probadas en varios mercados. Así y todo la compañía vendió 6.000 unidades en total durante el año, y estimaban que no obtendrían beneficios hasta que no vendieran entre 7.500 y 10.000 unidades al año, como mínimo.

Cake, aparantemente, cuenta con seis clases diferentes de inversores, con distintas reglas acerca de qué clases obtienen dividendos antes que otras clases. Esto habría desincentivado a potenciales nuevos inversores para sumarse en las clases más bajas, por montos menores, que en teoría tienen menos chances de recibir dividendos.

Los documentos públicos muestran que el procedimiento de Cake para iniciar oficialmente el proceso de quiebra en Suecia comenzó el pasado 1 de febrero. No está muy claro cómo esto se va a desarrollar puesto que los procedimientos todavía están en progreso, pero probablemente inicie con una convocatoria de acreedores.

De acuerdo a Dagers Industri, una publicación financiera de Suecia, los seis principales inversores de Cake son:

AMF (Fondo de pensiones y jubilaciones)	11.3%
Stefan Ytterborn, Cake CEO	10.4%
Creandum (Fondo de inversión sueco)	10.4%
Back in Black Capital	9.3%
Headline (Fondo de inversión norteamericano)	9.2%
Rutger Arnhult	6.4%

Todavía se espera que Cake haga un comunicado oficial sobre la situación actual de la compañía. El último posteo del fabricante sueco en su sitio web fue el 25 de enero de 2024 comunicando que estaban muy orgullosos de anunciar el inicio de la distribución de Cake en República Checa.

Habrá que estar atento estos días a ver como se desenvuelve todo. Porque más allá del problema financiero que pueda atravesar una empresa, se ha desarrollado mucha tecnología y valor en los últimos años como para que terminen en nada.

***