El establishment le tiene miedo a la Varg de Stark Future

Creo que es la primera vez que usamos la palabra establishment en Motoblog en nuestros 7 años recién cumplidos -el 22/2 fue nuestro cumpleanito-. Es una palabra mucho más utilizada en el mundo de la política y en los grandes medios de información. Estoy para apostar que al menos una vez por semana esa palabra aparece en los principales diarios de nuestro país. Pero en las motos no. Sin embargo, a esta publicación le viene al pelo.

Hasta el momento, siendo sincero, creo que el mundo de las dos ruedas le ha encontrado la vuelta a las motos eléctricas para dos fines principales: uso urbano y uso off-road. Uso urbano creo que está bastante bien desarrollado y que las autonomías son más que suficientes para aprovechar la tecnología al máximo, mientras que el uso off-road tiene que ver más que nada con el motocross y el enduro en un uso deportivo sabiendo que se trata de sesiones relativamente cortas. Con 5 o 6 horas de máximo rendimiento es más que suficiente para mantener contento a cualquier entusiasta de este tipo de actividades entendiendo que la moto vuelve a la base o se carga en una chata cuando la jornada ha concluido.

Además, si llegas a meter 5 o 6 horitas de enduro o motocross sin parar mandanos un mensaje así te vamos a pedir un autógrafo.

Uno de los grandes sucesos del motociclismo deportivo eléctrico fue Alta Motors, marca que lamentablemente desapareció hace un tiempo pero que marcó un precedente sobre lo que se podía hacer en términos de performance con una moto eléctrica deportiva para cross o enduro. Acá en Motoblog conocemos algunos afortunados que pudieron probar las Alta en Estados Unidos y si hay algo en lo que coinciden todos es en que nunca en su vida habían probado una máquina con semejante entrega de torque cada vez que era necesario.

Pero la marca nunca llegó a meterse en el mundo de la competencia y siempre fue vista con cierto escepticismo como un juguete interesante para aquellos que se animaran. Que en paz descanse Alta Motors.

Ahora bien, hace unos años entró en escena una moto a la que acá en Motoblog le hemos dado bastante pelota y a la que no le sacamos la vista ni un segundo desde entonces, además de ser una de las motos de enduro/mx más lindas jamás diseñadas. Una gilette, una cosa de locos desde lo visual. Estamos hablando de la Varg de Stark Future, un emprendimiento bastante nuevo que surgió a manos de unos suecos radicados en Barcelona.

Además de toda la tecnología, innovación y altísima calidad que tiene esta moto deportiva eléctrica, la Varg siempre mantuvo la misma postura: se trata de una moto eléctrica pensada para competir en todas las categorías de motocross y enduro en las que pueda participar y con las exigencias de la FIM entre ceja y ceja para cumplir con todos los requisitos técnicos necesarios para no quedar afuera de ninguna competencia.

Son varios los pilotos que la han probado y han quedado impresionados, y hablamos de sujetos de la talla de Ken Roczen o Travis Pastrana como para ilustrar un poco el calibre. Lo cierto es que la Varg tenía el visto bueno de la FIM para correr el SuperEnduro World Championship el año pasado hasta que a último momento decidieron cambiar el reglamento para dejar deliberadamente afuera a la moto por no contar con un motor de combustión interna. Una moto ideal para cualquier carrera en un estadio cerrado, como es el caso del SuperEnduro, fue banneada de la competencia, aunque sí le permitieron realizar algunas exhibiciones.

¿Y por qué sucede algo así? Mientras la FIM se toma su tiempo para analizar y redactar nuevas reglas y protocolos que le permitan a una moto de estas características competir contra el establishment de las de combustión interna de 2 y 4 tiempos, la realidad es que Stark Future desarrolló una moto tan bien lograda y con un nivel de rendimiento que, en las manos indicadas, puede dejar mal parada a cualquier 450 de punta.

Estamos hablando de una moto que entrega 968 Nm de torque a la rueda, una moto sin caja de cambios -porque no la necesita- cuyo motor puede girar hasta las 14.200 rpm y producir una potencia máxima de 80 caballos. Sí, 80 caballos de potencia y 968 Nm de torque en una moto de 118 kilos. Y con una autonomía de uso de hasta 6 horas, por si faltaba agregar algún detalle.

Por ahora la FIM no le permite a esta moto competir, al tiempo que la marca espera que se aceleren los tiempos para que el problema se resuelva. Mientras tanto el equipo que el fabricante armó para la competencia, con Taddy Błażusiak y Sebastian Tortelli a la cabeza, está listo para salir a la pista.

Por el momento, lo que se dice, es que la MSMA que agrupa a los fabricantes de motos que compiten en los distintos campeonatos de la FIM no le permite a Stark tener una banca, y sin banca no hay manera de que Stark pueda apelar su caso. Es la primera vez que una moto eléctrica encuentra el terreno para realmente hacerle sombra a las de combustión interna, algo que no sucede en el Moto-E por ejemplo, y se le está haciendo más que difícil a Stark para destrabar este conflicto.

La Stark Varg puede ser la moto que le salve el futuro a muchos circuitos y campeonatos que hoy están encontrando innumerables restricciones por cuestiones de emisiones y por contaminación sonora. Ojalá que el tiempo no la deje afuera.

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