¿Habrá dado la pandemia el golpe de gracia a los grandes salones de motos?

EICMA, Intermot, Salón de Tokio, son -o eran- algunos de los eventos anuales en los que nos enterábamos de lo que el futuro de las dos ruedas nos depararía para los siguientes años. Sobre todo noviembre con la llegada del Salón de Milán. Un lapso de 48 a 72 horas dentro de las que una avalancha de novedades terminaba de confirmar los rumores que se habían corrido durante todo el año y muchas sorpresas acaparaban la atención y, con ella, el pulgar hacia arriba o hacia abajo del mercado en formato de concept bikes. Quizás el último exponente de esa moto que dejó a todos boquiabiertos haya sido la Husqvarna Norden 901, una de las motos que menos tiempo demoró en confirmar su paso a producción de la que tengamos memoria.

No es cuestión de generalizar, pero nos parece que no hemos tomado dimensión del impacto que la pandemia iba a tener sobre muchas costumbres y eventos que parecían tan arraigadas y, en cierta medida, aisladas de la coyuntura global que solo un factor totalmente impensado, una catástrofe de dimensiones bíblicas, podría hacerlas desaparecer. Eso no ha ocurrido hasta el momento, pero en las noticias de las últimas semanas podemos ver por donde va la cosa. A decir verdad no lo tuvimos tan en cuenta porque la realidad nos pasó por encima, pero en 2020 estaba confirmado un nuevo Salón de la Moto en Buenos Aires.

Por un lado BMW Motorrad anunció que se baja indefinidamente de los eventos más importantes -EICMA, en Milán; e Intermot, en Colonia-, eventos que eran planeados y organizados con mucho tiempo de anticipación desde las oficinas centrales en Munich, y que ahora organizará todos sus lanzamientos, como lo ha hecho hasta ahora, de manera individual para tener un mejor control de los tiempos, más libertad en cuanto a la logística y la elección de los lugares donde realizarlos y un contacto mucho más directo con la comunidad global. De alguna forma manifestando que el poder hoy está en los canales digitales de comunicación y no tanto en ser parte de una cita en particular.

Otro ejemplo muy interesante y quizás impensado, al menos de la marca que decidió tomar la delantera en acciones como esta, es la noticia de que Suzuki está organizando un Salón propio, al que van a poder acceder todos alrededor del globo porque será virtual, y en donde piensa presentar sus novedades. ¿Llegará una nueva Hayabusa? ¿qué será del futuro de la SV650? Suzuki, una marca que en los últimos años ha hecho del bajo perfil una cultura, incluso habiendo tenido presentaciones tan importantes para el mercado de las motos como la llegada de una nueva Katana y la renovación de la V-Strom con la llegada de la 1050XT. Una marca que en el 2020 mantuvo su nivel de ventas y que cuando se quiso acordar se coronaba campeón de MotoGP con Joan Mir, que peleó hasta último momento con el otro piloto de la marca, Alex Rins, quien terminó quedando tercero.

El próximo 5 de febrero sabremos la verdad de lo que Suzuki se trae entre manos con su propia exhibición online, pero nos parece que lo importante de todo esto, o al menos lo que hay que interpretar, es que por un lado el fin del efecto Covid-19 todavía no se ve en el horizonte y, por el otro, los fabricantes de motos alrededor del globo se tuvieron que poner creativos para captar la atención del mundo de las dos ruedas a la hora de lanzar sus productos y mientras transitaron ese camino se dieron cuenta de que si bien todo es a través de una pantalla y nadie termina probando el producto como para tener una opinión formada, ni siquiera la prensa especializada, de esta forma han tenido un contacto directo con el mercado. Todo el mundo, en simultáneo. Y eso no es un dato menor.

No lo vamos a negar, nos encanta concurrir a lanzamientos. Revisar, tocar, mirar y probar la moto, percibir esas cosas que ninguna foto o video te puede transmitir. Y no hablamos de nosotros como medio, sino de todos nosotros como apasionados de las motos. Pero pareciera que por un tiempo nos vamos a tener que acostumbrar a esta especie de la ñata contra el vidrio que nos presenta esta nueva realidad. Y en esta línea en la que las marcas comienzan a hacer la suya, habrá que ver qué medida toman los organizadores de los principales eventos. Quizás ellos también tengan que ponerse creativos.

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