Los vehículos eléctricos de dos ruedas están entre nosotros desde hace ya varios años, no es ciencia ficción. El primer paso, como era de esperarse, lo dieron los scooters, naturalmente pensados para la movilidad urbana, donde de alguna forma se suple lo que es, quizás, el punto más débil de esta tecnología cero emisiones: la autonomía. Y de a poco fueron apareciendo marcas como Zero, con exponentes de mayores dimensiones, prestaciones, autonomía y, por supuesto, precio.
Hoy en día los fabricantes tradicionales de motos con motores de combustión interna están todos con la cabeza en el futuro, y saben que en el horizonte asoma el momento en el que probablemente tengan que dejar de fabricar motos con este tipo de tecnología y solo podrán salir de sus fábricas aquellos que sean cero emisiones. Pero el problema no es ese, sino desarrollar un vehículo que esté a la altura de lo que estas marcas significan en el universo de las motos.
Ni Zero, ni Super Soco, ni NIU -Nuuv en Argentina- tienen ese problema, porque son empresas que nacieron con las baterías y las bobinas como parte de su día a día. Han sacado productos excelentes hasta el momento, muchos de ellos con prestaciones y autonomías dignas de una moto en serio, como en el caso de la compañía californiana. Pero aún así la industria de los vehículos eléctricos no ha logrado, hasta ahora, cumplir con el desafío de poner en la calle un vehículo que se pueda utilizar de la misma forma que aquellos impulsados por válvulas, pistones y bielas.
Por eso es que la noticia de la conformación de un consorcio para desarrollar una batería única que publicamos hace unas semanas (ver) es un evento importantísimo, aunque todavía no hayamos tomado dimensión. Mientras todos siguen desarrollando y mejorando la tecnología, que también vaya mejorando la infraestructura y toda la red de servicios para este nuevo paradigma de la movilidad. Con esto, en lugar de parar en un punto de carga a enchufar la moto, lo haremos para cambiar las baterías, algo que toma menos tiempo que lo que nos lleva cargar un tanque de nafta y que con buen desarrollo puede ser el cambio que permita a los vehículos eléctricos animarse a encarar la distancia.
Y es por esto que los jugadores importantes a nivel mundial, salvo Harley-Davidson, todavía no han salido a la cancha con sus eléctricas. Triumph quiere poner una Triumph en la calle, no otra cosa. Así es como se han tomado esta misión, dándole la bienvenida al desafío de desarrollar una eléctrica, pero que los represente.
Hace unas horas los de Hinckley presentaron los primeros pasos de su proyecto TE-1, un desarrollo en el que se ven involucrados varios actores importantes, desde Williams Advanced Energy para la fabricación de baterías livianas y una controladora integrada, Integral e-drive para el motor e inverter, la Universidad de Warwick para los modelos y simuladores y la Oficina Gubernamental para Vehículos Cero Emisiones. Junto con ellos Triumph lidera el proyecto TE-1 para entregar una moto que se sienta y comporte como una Triumph, sin ningún tipo de compromisos.
Los desafíos para el desarrollo claramente están enfocados sobre los dos puntos principales: las baterías y el motor. Desde Williams están enfocados en desarrollar una fuente de energía que entregue más potencia y que esta se mantenga constante independientemente del nivel de carga de la batería. Algo que es una constante en los vehículos eléctricos de hoy es que cuando la carga de las baterías está baja, también decae mucho el rendimiento de su entrega.
Por el lado de Integral, el desafío está en desarrollar una unidad de motor e inverter compacta y eficiente, para que la TE-1 se comporte como una verdadera Triumph. ¿Dónde están hoy? Bueno, le sacaron 180 caballos de potencia a un motor que pesa tan solo 10 kilos. No informaron el torque, pero imaginamos que debe ser enorme.
Así es como Triumph develó hoy la primera parte de su desarrollo para la primera moto eléctrica de la compañía. Un objetivo que se han trazado cumplir en un plazo determinado (ver) y que hoy, dos años después de su inicio, muestra un avance más que interesante. Pero sin dudas lo más notorio es la decisión de poner en manos de los usuarios un producto para el mundo real, que esté a la altura de lo que la marca significa, sobre una plataforma eléctrica.
Y en los bocetos que mostraron hoy, se puede apreciar que es una moto auténticamente Triumph.
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2 Responses
Espero que vengan sin las fallas electrónicas de sus hermanas a combustión jaa jaaa
10 kg/ 180 caballos?. Y debe tener como 250 Nm a 0 RPM. Una locura.