Opinión: “Un vehículo que llega desde Malvinas, ¿debe ser ‘nacionalizado’?”

Nota de Autoblog.com.ar

El comerciante y maratonista tucumano Esteban Martínez Pastur trajo desde las Islas Malvinas una moto Honda Africa Twin 750. Desde el archipiélago la llevó a Uruguay y desde ahí ingresó a territorio continental argentino a través de la frontera con Gualeguaychú.

Ahí, tras analizar la documentación del vehículo, le ordenaron “nacionalizar” la moto. “¿Pero por qué tengo que ‘nacionalizar’ algo que viene desde un territorio argentino, como son las Islas Malvinas?”, planteó Martínez Pastur.

Así puso en marcha un debate sobre la relación entre nuestro país y las Malvinas, donde persisten importantes diferencias entre “territorio nacional” y “territorio aduanero”.

El diario La Gaceta de Tucumán entrevistó a Martínez Pastur para conocer más detalles de su caso.

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Nota del diario La Gaceta de Tucumán
Una moto de Malvinas en Tucumán abre el debate sobre la relación con las islas

A menudo, en el tiempo previo a la pandemia, Esteban Martínez Pastur, comerciante tucumano, salía a pasear por nuestra provincia y por el NOA en una moto Honda Africa Twin 750 traída de las islas Malvinas. Paseaba con un amigo argentino-malvinense (kelper) que trajo el vehículo. La ingresó por la aduana como motocicleta extranjera, con patente de las islas, lo cual fue para Martínez Pastur un despertar sobre asuntos que no han sido bien analizados en nuestra sociedad: si las Malvinas son argentinas, la moto también lo es. Este debate, dice, debe darse y va a involucrar la identidad y el vínculo con las islas, atravesado y marcado a fuego por la guerra de 1982.

-¿Cómo fue a las islas?

-Empecé yendo a Malvinas en 2013. Soy de la tercera promoción del Liceo Militar, de 1982. Mi promoción se llama “Islas Malvinas”. A los 13 años vivimos la guerra desde el Liceo. Incluso nos hacían simulación de combate. Nos pegó muy fuerte, durante los años de Liceo fuimos teniendo un amor particular por las islas, por la historia de la guerra y de nuestros héroes. Cuando salí del Liceo me quedó pendiente ir a Malvinas.

–No parece fácil viajar allí…

– Siempre busqué la forma de ir y no podía porque había muchas restricciones, salvo bajando en un crucero que te llevan y en un día te embarcan de nuevo. En 2013 se hacía una maratón internacional, 42 km, organizada por el Standard Charter de Inglaterra y allí fui con tres amigos. El amor por Malvinas me hizo descubrir el deporte. Soy corredor de triatlón y maratones y eso me ha llevado a ser un poquito manager de deportistas. Así, se abrió el juego para el ingreso y la salida de mucha gente que va a hacer turismo y deportes y es un clásico. Volví siete veces más y ayudé a ir tanto a deportistas como a ex combatientes que quisieron volver al lugar donde estuvieron en 1982. En 2016 lo llevé a Rafael Lencina, de Raco, y ganó la maratón más austral del planeta. Lo preparamos durante un año, porque era el Bicentenario. Y la ganó. Tuvo una repercusión muy grande; eso nos permitió en septiembre de ese año volar a Berlín por la copa del mundo ahí. Después, hace dos años, Lencina (que es maratonista aficionado, porque es policía motorizado en Las Talitas) ganó en Oklahoma la maratón de la Ruta 66. También fuimos invitados por los Cascos Azules para ir Larnaka, Chipre.

-El deporte abrió el camino…

–Mi idea ha sido siempre buscar hacer algo que quede. Me tocó en 2015 ir dos veces: en marzo para la maratón, y luego para llevar la imagen del Papa a la única iglesia católica, la St. Mary. No hay muchos católicos y debe haber unos 100 argentinos, en una población de unos 2.000 habitantes. Un amigo de Buenos Aires, Marcelo de Bernardis, abrió el camino, dos años antes que yo. Con él –y con Leandro Hidalgo y Marcelo Marano– hemos logrado algo extraordinario porque después del maratón, que se corre el tercer domingo de marzo, el gobernador de las islas hace una cena de gala el martes recibiendo a los corredores en la casa de Gobierno. Y eso ha ido hermanándonos con algunos kelpers. En 2016 mi mujer, Mónica, me acompañó por primera vez y aproveché para llevarle regalos al gobernador. Conseguí que de Salta me den un poncho. Quería algo con significado.

–¿Qué historia hay detrás de la moto?
–El primer año la vi estacionada junto al banco en Malvinas. Yo tenía una moto igual acá y me quedó la curiosidad. Al año siguiente averigüé de quién era y resultó ser de Joseph Benjamin Reid (hoy de 40 años), kelper, nacido en Tierra del Fuego. Cuando fue la invasión en 1982, Argentina les ofreció a muchos ir al continente y el padre de Joseph, que es británico, viendo que iba a haber guerra, decidió al continente, ya que tenían parientes en Argentina. Estuvieron en Comodoro Rivadavia y luego en Buenos Aires. Tardaron varios años en regresar a las islas. Nos hicimos muy amigos. Ese año me prestó la moto y recorrí Malvinas a gusto, aunque el clima es duro: llovizna todo el tiempo y hay un viento permanente de 100 km/h. En 2017, Joseph, que se dedica a exportación de pesca, ofreció llevar la moto a Uruguay y luego venir desde ahí para poder pasear por el NOA. Yo fui a esperarlo con mi camioneta.

–¿Cómo fue el trámite para el ingreso?

-En la Aduana de Gualeguaychú ingresamos con documentos argentinos y no dijeron nada. Yo les advertí sobre la moto, que tiene patente de Malvinas, porque no quería problemas de documentación. Dije que quería un acta que certificase que venía de Malvinas y el agente me respondió que no podía certificar eso. Entonces les pedí que Joseph ingresara con su documento británico y su vehículo de las islas. Cuando hicieron el papel de ingreso del vehículo pusieron que el documento de Joseph (que indicaba que vivía en Stanley), decía que residía en Islas Malvinas. Le dije que debía poner el nombre inglés y me contestó que iba a tener problemas si hacía eso. Al final, admitieron el ingreso de la moto con esos datos y con autorización para circular por seis meses, como si fuera vehículo extranjero. Yo les dije que si admitían que la moto era extranjera entonces había que borrar todos los carteles de las rutas que dicen que las Malvinas son argentinas. Y la misma Constitución dice que son una provincia argentina.

-¿Tuvieron problemas al circular con la moto con patente de Malvinas?

-No. Cuando me pararon les di el mismo argumento y nos dejaron pasar. Pero cuando fui a averiguar en un registro automotor para legalizar la circulación de la moto me dijeron que tenía que nacionalizarla y yo volví a contestar que no podemos nacionalizar algo comprado o traído de las Malvinas. Es un debate pendiente.

–Mientras haya conflicto, hay una contradicción legal…

-Es complicado. Si vas a Malvinas tenés que manejarte con libras esterlinas. Si usás ese dinero te cobran aquí el impuesto por divisa extranjera y no corresponde. En uno de los viajes volví por Río Gallegos y me pedían que ingrese con pasaporte y yo dije que tenía derecho a ingresar con DNI, si volvía de Malvinas. De eso se trata la “malvinización”. Creemos que estamos lejos y estamos más cerca de lo que pensamos. Yo no soy el mismo que en 2013. Ese año fui con toda la bronca que tenemos por la situación de la guerra. Incluso tuve un incidente grave ahí. Y ahora, que las he recorrido y que las conozco a fondo, siento que quiero a ese territorio y me doy cuenta de que todavía no tenemos una postura clara para vincularnos. No estamos preparados. ¿Cómo vamos a hacer para que sean argentinas? ¿Qué hacemos con este gris que tenemos? Hoy tengo acá la moto guardada, pero creo que haberla traído de allá es la punta de un debate hacia atrás y hacia adelante.

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Esteban Martínez Pastur, con la Honda que trajo desde Malvinas.

 

Por su actividad como maratonista, viajó varias veces a las islas.

 Y estableció relación con los isleños.

Sin claudicar en el reclamo de soberanía sobre las islas.

Una recorrida por el parque automotor de las Islas Malvinas (ver nota).

Los autos argentinos que quedaron en Malvinas (ver nota).

5 Respuestas

  1. GP dice:

    Lindo tema, uno podría asegurar que las Islas Malvinas son argentinas , pertenecen a la Provincia de Tierra del Fuego, por lo tanto estarían dentro del Area Aduanera Especial de Tierra del Fuego, Antartida e Islas del Atlántico Sur.
    En este caso, sólo puede salir del AAE de Tierra del Fuego una moto , por mudanza, y pagando los impuestos que no pagó oportunamente, no tiene el mismo tratamiento de los autos que liberan a los 5 años, simplemente porque cuando se creó la Ley, no tuvieron en cuanta a las motos…..
    En la Resolución 101/21 que habla de la Zona Franca de Rio Gallegos, sí están contempladas las motos.
    Sin embargo, en el Sistema informático de Aduana MALVINA (antes María) considera ése territorio con el código 254 como si fuera otro país.
    250 TIERRA DEL FUEGO AAE
    251 ZF LA PLATA (BS AS)
    252 ZF.JUSTO DARACT S LU
    253 ZF RIO GALLEGOS S CR
    254 ISLAS MALVINAS
    Por lo arriba explicado, legalmente sólo se puede nacionalizar la moto si el propietario se queda a vivir en Argentina Continental, como si la misma viniera de cualquier otro país.

    • lekser dice:

      No hay nada que discutir la moto no tiene papeles argentinos, y se terminó. No importa de dónde venga. Si hubiera un registro automotor argentino en malvinas y la registrás es otra cosa pero no hay.
      Se golpea el pecho por las Islas y quiere ahorrarse los impuestos de una moto, chanta e ignorante.

  2. Milonga dice:

    Para cobrar impuestos, las Malvinas son inglesas. Para hacer populismo y nacionalismo barato, son nuestras.

  3. patriguns dice:

    A ver, A ver, las Islas Malvinas tienen de Vice Presidenta a la Cris?
    Para suerte de ellos NO, así que es lógico que se le complicaran estos trámites.

    Una cosa es lo que dicen los papeles en cuanto a quien pertenecen las islas, y otro es el deseo que siempre anda flotando en el país de que sean o de que son nuestras.

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