Oferta y demanda: Como en Argentina, la Speed 400 tuvo más de 10 mil preventas en India y aparecieron los sobreprecios en los concesionarios

Acá hay dos cosas importantes para analizar.

La primera es el éxito que han tenido los nuevos productos de Triumph de la mano de Bajaj, algo que no había sucedido hasta que fueron presentados como modelo de producción. En Motoblog entendemos que el producto superó ampliamente las expectativas. Sin desmerecer, todo el mundo esperaba una moto más en línea con lo que ofrece Bajaj y no tan cercano a lo que ofrece Triumph. Hablamos de diseño, de tecnología, de prestaciones y de calidad de componentes y terminaciones.

Corta la bocha, supo decir el gran poeta y pensador contemporáneo Ivo Cutzarida. La realidad es que Triumph desarrolló una moto para el mercado europeo y norteamericano principalmente, y nosotros, el resto de los mercados, vamos a tener el beneficio de recibir esos mismos productos en nuestras plazas gracias a los estándares que fijan otros mercados. Triumph no desarrolló una moto para la India, a pesar de que será el primer mercado donde se venderá, ni para el sudeste asiático ni para sudamérica. Créannos que no estaríamos viendo esta moto. ¿Cuál es la intención? Recuperar un mercado muy fértil que había dejado a manos de otra marca porque en su momento no supo, o no quiso, prestarle atención. Pero se trata de un mercado muy jugoso, ya lo hemos visto en Argentina.

¿Y qué sucedió? Triumph desembarcó en India con un producto que gustó, creemos, mucho más de lo que muchos imaginaban. Incluso la propia marca. Y las ventas explotaron. Para que se den una idea, antes de que lleguen las unidades a los concesionarios la nueva Speed 400 de Triumph tuvo más de 10.000 reservas, algo que a Bajaj le costó mucho lograr cuando lanzó la Dominar 400, de hecho durante un buen período de tiempo la consideraron un fracaso porque sus números estaban muy por debajo de lo que la marca había proyectado. Bueno, la marca británica salió a la cancha con un precio similar al de la Dominar y muy por debajo de las KTM 390 y Royal Enfield Interceptor 650.

Y como pasa siempre que la demanda supera por mucho a la oferta, comienzan a subir de alguna u otra forma los precios. Porque la nueva Speed 400 llega con un valor de casi USD 3.000 a los salones de venta de toda la India, y eso es algo que los distintos concesionarios de la red no modifican, pero sí empiezan a enviarle cotizaciones a los potenciales compradores incluyendo algunos nuevos conceptos o inflando los valores del seguro, del flete y documentación y algo llamado intro kit, que parece ser toda una novedad. Entonces la moto queda con un precio puesta en la calle de alrededor de USD 1.000 más, de los cuales 500/600 son para el bolsillo del concesionario.

Seguramente en India no tengan el problema de la reposición de stock o de las restricciones a las importaciones de las motos, ya que se fabrican íntegramente allí, pero no es para sorprenderse que cuando la demanda sobre un producto o servicio supera ampliamente a la oferta, de alguna u otra forma los precios comienzan a subir siempre que haya alguien dispuesto a pagar ese extra. Es probable que en unas semanas ese abastecimiento de unidades se normalice, pensemos que la producción recién comienza, y los valores que se paguen efectivamente estén más cerca del precio sugerido por la marca.

Pasa en el mercado inmobiliario, con las ventas y los alquileres. Pasa con la venta de entradas para recitales, partidos de fútbol y teatros. Pasa con los pasajes de avión y con las reservas de hotel. Y también pasa con las motos, de distintas maneras. No solo en Argentina, sino también en el resto del mundo.