Motoblog Cotidiano: Siam Trender 150

Quizás esté cometiendo un sincericidio, pero la Siam Trender fue una de las motos con las que más me divertí en el último año. Sí, una moto que a priori debería estar criticando por un montón de cosas fue mi compañera durante una buena cantidad de días y me hizo pensar varias veces sobre lo que uno necesita para moverse por la ciudad todos los días y sobre cómo nos estamos aburguesando como motociclistas con el paso del tiempo y la llegada de nuevos chiches.

Como a cualquier persona a la que le gustan mucho las motos o, mejor dicho, que ama las motos, me produce mucha más adrenalina subirme a una moto de altas prestaciones, para lo que sea que fue pensada, que a una totalmente básica y no tan refinada cuyas especificaciones son tan divertidas como las de una heladera, a la gran mayoría le debe pasar lo mismo. Pero también me pasa que una vez que probé tal o cual moto, y más cuando tengo la oportunidad de darle el uso para el que fue pensada, llega el momento de devolverla y la idea que me queda dando vueltas en la cabeza es casi siempre la misma: que buena que está, que bien que anda, mirá todo lo que ofrece y me encantaría que se repita pero no la necesito.

Nadie necesita la mega moto, del tipo que sea, para moverse todos los días por la ciudad, sobre todo si vive en la ciudad. Sí, es muy probable que haya muchos que no estén dispuestos a subirse a una Siam 150 barata como medio de transporte, pero hay algo en lo que deberíamos coincidir todos, y es que para andar de acá para allá en el tránsito de una ciudad como la de Buenos Aires lo mejor es una moto chica.

La Siam Trender 150 es una motito básica, barata, simple y con cierto aire clásico que llegó al mercado, de la mano de Newsan, para ofrecer movilidad económica en dos ruedas a través de una red comercial muy aceitada a lo largo y ancho de todo el país. Tiene una mecánica muy simple, con un motor muy genérico, fabricado por mil marcas, del que debe haber repuestos en cada esquina, en este caso es de origen Lifan. Monocilíndrico, refrigerado por aire, varillero, carburado y con arranque eléctrico y a patada. Un motorcito que entrega 11,2 caballos de potencia a 8.500 rpm y 7,8 Nm de torque máximo a 7.500 rpm.

La Trender tiene bastantes cosas por mejorar, empezado por los frenos, la calidad de sus neumáticos y el hecho de que haya que pegarle una repasada completa para dejarla funcionando bien. Hay que regular frenos -sobre todo el trasero-, el juego del acelerador, acomodar las manetas y los espejos a la medida de uno, en ocasiones revisar un poco el carburador y también el ángulo del faro delantero para que la luz alta no ilumine los balcones, pero todo se hace con las herramientas que la moto trae y una vez hecho el trabajito la moto anda fenómeno.

No hay que pasar por alto el tema frenos. El marco legal por suerte va a exigir a estos modelos, hasta 250 cc., incorporar el sistema de frenada combinada -CBS-, pero para eso falta un tiempo todavía, y al tratarse de un modelo existente cuenta con un año más de gracia. Es algo que ya no deberíamos estar mencionando en estos tiempos, sobre todo en modelos que van a llegar a manos de muchos motociclistas principiantes. También es cierto que es muy importante aprender a frenar correctamente en una moto, por el bien de todo motociclista, y que los frenos en esta moto están acordes a las prestaciones y el peso que tiene.

Dicho esto, y volviendo a la idea que expresé al comienzo, la Trender fue mi medio de transporte durante las últimas semanas. Hasta hace unas pocas horas seguía guardada en el garage y a disposición para llevarme a todos lados. Y durante todos estos días me hizo pensar en que muchas veces tenemos mucho más de lo que necesitamos para movernos. Es más, muchas veces tenemos el vehículo equivocado para movernos.

La Trender no tiene nada, y a la vez tiene todo lo que podes necesitar para ir del punto A al B de la mejor forma. Sí, no tiene ABS, ni CBS, no tiene pantallita y mucho menos conectividad Bluetooth o de ningún tipo, no tiene calienta-puños, ni control crucero, y mucho menos inyección electrónica o iluminación full LED, que son cosas que tienen la mayoría de las motos a las que nos subimos por estos días.

Pero al mismo tiempo tiene un motor que anda casi sin nafta, al que si te das un poco de maña le podes hacer el mantenimiento vos, y de paso aprendes un poco de mecánica. Un chasis de bicicleta con suspensiones ideales para la ciudad: blanditas y de buen recorrido, como para que no nos enteremos mucho de las irregularidades del camino. Dos ruedas de 18″ que pasan por arriba de todo y un peso de moto de enduro para máxima maniobrabilidad en el tránsito más trabado. De verdad, sos el Graham Jarvis del asfalto con esta moto. Ah, sí, y también tiene balizas, indicador de marcha y un puerto de carga USB por si te quedas sin batería en el celular, que en estos tiempos de hiperconectividad es de lo más grave que te puede pasar.

Pero más allá de todo lo bueno y todo lo malo que pueda tener la moto, es una muestra clara de que lo que necesitamos para movernos por nuestras calles de tránsito cada vez más cargado, es una moto cómoda, liviana, compacta, con dos ruedas de buen diámetro y suspensiones a tono para no andar sufriendo con todos los obstáculos que se nos presentan.

Esta moto está dentro de ese concepto de moto ideal para la ciudad y, más allá de que la moto les guste o no, es un poco de lo que se trata este Motoblog Cotidiano del día de hoy con la Siam Trender 150.

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4 Responses

  1. Tengo una Zanella RX 150 con 40.000 km desde 0km. muy parecida a esta Siam,
    y coincido, es todo lo que uno necesita para moverse en la ciudad.

    El motorcito es un fierro, solo se le regularon válvulas a los 27.000 km.

    Se le nota de lejos que no es una moto de gran calidad.

    No te va a regalar muchas emociones, pero tampoco te va a dejar tirado.
    Y algo importante en esta época, los chorros ni la miran.

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