Nos estamos acercando a la línea que marca la mitad de este 2023, que pinta como un año bastante especial para el mercado de las motos. Especial por como está planteado el escenario desde el principio y lo que tendrán que hacer las marcas y los fabricantes para mantener la rueda girando. Empezando por las dificultades para importar, con reglas que fueron cambiando constantemente y grifos que se fueron cerrando o ajustando en la medida en la que la escasez de divisas fue creciendo. Pero también es un año especial porque se está trabajando en extender el decreto que da el marco legal para la producción industrial del sector, con las modificaciones necesarias para seguir incrementando los niveles de integración local e introducir la categoría que antes no estaba incluida con las motos de más de 800 cc.
Dicho esto, llegamos a mitad de año con un nivel de ventas muy similar al que se diera en 2022, con más de 230.000 unidades patentadas. Para ser más precisos, en el mismo período de 2022 se patentaron 231.070 unidades y en lo que va de este 2023 ese número asciende a 236.187, así que total acumulado ha crecido apenas un 2,2% respecto del período anterior, algo que no es poco dado el contexto pero que está por debajo del crecimiento esperado por los actores del sector. Al menos en base a las declaraciones de muchos de sus representantes.
Igualmente hay un sector que sí ha crecido por encima de lo esperado y que representa casi el 7% del total del mercado en términos de unidades y una cifra muy superior a esa si tenemos en cuenta lo que representa en términos de valor. Estamos hablando del segmento mid-size, comprendido por las motos entre 250 cc y 800 cc, segmento que ha crecido más del 25% interanual, con un total de 14758 unidades vendidas respecto de las 11801 del período anterior. El peso de esta categoría en el total pasó del 5,2% al 6,3%. Parece muy poco, pero es un montón.
Principalmente este crecimiento se ha dado por la gran incorporación de marcas y productos, CFMoto, Ducati, y Moto Morini por citar algunos ejemplos, y obviamente por las herramientas de financiación que comenzaron a tomar un papel protagónico en las ventas de este tipo de productos y que se sigue ampliando de la mano del trabajo de las marcas con los bancos y también de los concesionarios.
El cuello de botella, seguramente, esté en el abastecimiento, vía importaciones, de las líneas de producción y en lo que éstas puedan poner en los concesionarios. Habrá que ver como se dan las cosas en la segunda mitad del año, donde también hay elecciones presidenciales desde el mes de agosto, pero más allá de eso quedan muchas novedades por presentar en Argentina.