Qué difícil va a ser esto. Hacer un análisis político-económico dentro de Motoblog, sin meter a la política en el medio. Pero les tengo una buena noticia, de alguna forma, encontré en este análisis cierta continuidad por parte del Estado, independientemente del piloto que lo maneje. Una cosa llevó a la otra y el resultado, muy probablemente, sea posible gracias a la madurez del sector y a que varios jugadores del mercado de los motovehículos consiguieron lo que hace años no tenían: economía de escala, o lo más parecido a tal.
Dicho esto, procedo a desarrollar mi teoría, que incluye la histórica queja que todos conocemos sobre los precios ridículos y la carga impositiva estúpida que tienen nuestras queridísimas máquinas de dos ruedas en nuestro amado país.
Argentina es una máquina de recaudar. Donde sea que hay plata, ahí está el Estado para tocar el timbre al mejor estilo Señor Barriga y pasar a cobrar la renta en forma de impuestos, aranceles, tasas, etc. Es así, como alguien que pide plata constantemente y nunca le alcanza porque gasta más de lo que recibe.
En el sector de las motos, esa carga impositiva se ha visto incrementada con el pasar de los años, hasta llegar al punto en el que estamos hoy, donde motos de alta cilindrada llegan a manos del usuario con más de la mitad de su valor compuesto por impuestos de todo tipo. Y aquí es donde entramos en la primera parte del análisis.
LA ARGENTINA QUE VIENE
Acá hay dos problemas muy grandes que resolver: la falta de dólares y el desempleo. Es verdad, hay un montón de problemas más en la lista, pero no nos desviemos. Esto da como resultado que para las marcas de motos no hay dólares. Repito, no hay dólares. Ya sea desde la voluntad o la realidad, no hay dólares para importar motos. Sin dólares no hay importación, sin importación no hay motos, sin motos… bueno, me siguen. A menos que las motos generen puestos de trabajo, que no solo le sacan un problema al Estado, sino que además esos puestos de trabajo también generan ingresos a la caja por otros conceptos.
Y aquí es donde viene una buena noticia. El contexto actual encuentra a la industria de las motos en Argentina con los pantalones largos puestos, o al menos poniéndoselos. Cuántos años nos pasamos despotricando contra las chinonetas, que acá les ponen cuatro tornillos y se dicen fabricantes, etc. Bueno, sepan que eso ha ido cambiando en los últimos años y en el futuro va aplicar a modelos de mayor cilindrada, prestaciones, tecnología o como quieran llamarlo. Se acuerdan del acuerdo de motos del que se hablaba allá por 2017 (ver) y el decreto que se publicó a principios de 2019 (ver) en el que las motos que llegaran en IKD y que integraran 5% de componentes nacionales -7% en el segundo año y 9% en el tercero- lograrían un arancel importación del 0%.
La madurez de la industria hace que las marcas ya no solo estén pensando en ensamblar CUBs de 110 cc, carburadas y sin ningún tipo de electrónica, sino que empiezan a apuntar a modelos de 400, 800 y más de 1000 cc sabiendo que no solo pueden lograr un diferencial en precio respecto de sus competidores, sino que además les van a poner mejor cara a la hora de que les aprueben las licencias para importar los kits de estos modelos y, por qué no, les tiren un centro cuando quieran girar divisas para traer algún que otro modelo en CBU.
Para refrescarles la memoria. Hoy una moto que viene completamente armada, paga el 35% de arancel de importación. Si lo hace en formato CKD -completa, totalmente desarmada- el impacto en Aduana es del 20% y, por último y más importante, si llega IKD -incompleta, totalmente desarmada- y logra una integración del 7%, hoy, de componentes nacionales, pasa por Azopardo 350 pagando un arancel del 0%, que además de ser un ahorro enorme, conforma una base imponible mucho más baja para otro tipo de impuestos que vienen detrás. La diferencia es enorme.
LA POSPANDEMIA
La llegada del Covid-19 es sin dudas una bisagra para la historia de la humanidad. Más allá de las víctimas que vaya a dejar en su camino, va a cambiar la manera en la que nos relacionamos para siempre. El virus seguramente se solucione con una vacuna, pero la amenaza va a quedar en la memoria colectiva y el distanciamiento social, en mayor o menor medida, va a ser una constante de ahora en más. Y dentro de este escenario, la movilidad urbana apunta a ser uno de los grandes cambios por venir, sobre todo en los países o ciudades con estructuras de transporte precarias o insuficientes.
Por un lado el cambio en la forma de trabajar que se impuso de manera forzosa, pero se probó satisfactoria. Me refiero al teletrabajo, a las videoconferencias y todas las plataformas virtuales que se perfeccionaron en un espacio de tiempo tan breve. Por el otro, el desaliento al uso del transporte público a expensas de la movilidad individual, donde la moto claramente es la ganadora frente al auto en eficiencia, practicidad, costo y en su impacto sobre los problemas de tránsito. Y en ese plano, el scooter va a trepar fuerte en los patentamientos, algo que venimos confirmando en el comportamiento de las ventas de los últimos meses, sobre todo las del pasado mes de julio (ver).
Que los scooters tengan un marcado crecimiento de sus ventas en las grandes ciudades no debería sorprender a nadie. Tienen todas las credenciales para ser los grandes ganadores de esta crisis y son los más propensos a absorber esa demanda de nuevos usuarios que buscan un medio de transporte urbano y que no vienen del palo de la moto. Son económicos, ágiles, prácticos, con mucho espacio de guardado y su diseño es el que está más en línea con la vida urbana.
La inclinación de estos nuevos usuarios al mercado del scooter, también significa una reactivación de la demanda por productos donde la marca, el diseño y la tecnología son atributos valorados por el cliente. No quiero representar al user persona del scooter urbano de alta gama, pero empieza a haber un mercado atractivo para este tipo de modelos que hasta hace no mucho tiempo tenían un régimen de venta mucho más boutique y menos masivo. Estoy hablando de quienes compran determinado scooter no solo por su practicidad y prestaciones, sino por lo que éste representa con sus intangibles.
El caso más emblemático de esto es Piaggio, que por primera vez en casi cuatro años de vida en nuestro mercado termina al frente de las ventas de scooters por delante de dos titanes de la categoría como Honda, Kymco. Entre todas las variantes de Vespa y los MP3 de Piaggio, sumado al arribo del recientemente lanzado Beverly 300, la marca Italiana terminó con 121 unidades patentadas en el mes de julio, apenas 3 unidades por encima de Honda y poco menos de 20 respecto de Kymco.
El mercado está. La incógnita es cómo pueden hacer las marcas para que los volúmenes de venta crezcan, o al menos se sostengan en el tiempo. Y aquí es donde pasamos a la tercera y última parte de este análisis.
EL DESAFÍO AL QUE SE ENFRENTAN LAS MARCAS EN ARGENTINA
La conclusión de este análisis es un poco la combinación de lo que expresé en los dos apartados anteriores. Y elegí el segmento de los scooters porque creo que es la categoría que más va a crecer en la Argentina en los tiempos que vienen. Un poco por lo que este tipo de vehículo representa para las ciudades y otro poco porque, además, va a recibir el empujón adicional de la incorporación de las versiones eléctricas, una sub-categoría que todavía tiene que explotar. Pero eso es material para otra lectura.
Volvamos al tema Piaggio, porque creo que ilustra exactamente lo que quiero explicar. Los objetivos de ventas para los tiempos que vienen, por ahora, quedaron en segundo plano. Todavía no lo estamos viendo, pero el desafío real para las marcas en el mercado argentino va a ser la reposición de unidades. Y en este escenario de importaciones muy restringidas, claramente quienes puedan posicionarse al frente en las prioridades de cupo para poder hacerse de stock de importaciones son aquellos jugadores que apuesten por los proyectos de industrialización local. Y aquí es evidente que quienes hayan estado desarrollando estas áreas de negocios en los últimos años van a estar mucho mejor parados que el resto. Los que puedan asegurarse el inventario, serán los ganadores de esta carrera.
Durante años hemos estado acostumbrados a un sector de la industria donde los volúmenes de venta solo le permitían este tipo de integración a los Honda, los Yamaha, los Zanella y los Gilera, pero más recientemente se fueron conformando otros jugadores fuertes como el Grupo Iraola -Corven, Bajaj, Kymco, Kawasaki, Mondial-, La Emilia -Motomel, Benelli, Keeway, Sym, Suzuki-, Beta Argentina -Beta, TVS, Zontes- y el Grupo Simpa -Can-Am, KTM, Husqvarna, Royal Enfield, CF Moto, Grupo Piaggio-, y los volúmenes comienzan a hacer que los proyectos que permitan a las marcas tener más y mejor oferta de productos se materialicen.
Piaggio logró en el mes de julio una combinación perfecta. Pudo atender a un sector importante de la demanda, que -repito- va a ser de mucha importancia en los tiempos que vienen, con una oferta nutrida de producto para poder colocarse primero en la venta de scooters en Argentina. El tema es cómo hace para mantener esa disponibilidad en el tiempo. Porque el comprador primero sale a buscar lo que quiere, y hasta está dispuesto a pagar más por ello -ya lo hemos visto-, pero cuando no puede conseguirlo va a buscar otra cosa. Y adivinen quién es el que va a poder hacerse con la venta.
Podemos hacer miles de lecturas sobre lo que viene para el sector de las motos en este país. Es probable que algunos modelos lleguen a cuentagotas y otros ni siquiera podamos imaginarlos en un poster. Muchas marcas podrán surfear la ola mejor que otros en este contexto. Y seguramente todos queremos que haya de todo. Pero la realidad es la que tenemos y los problemas no desaparecen escondiendo la cabeza bajo la tierra.
Incluso ante un escenario económico que no es de lo más alentador y en el que todavía no hemos podido dimensionar cuales serán las consecuencias palpables que nos dejará esta pandemia que asedia al mundo entero desde hace casi 6 meses, el mercado de las motos tiene enfrente suyo un desafío enorme por delante, que podría reflejarse en un desarrollo real que este sector de la industria aún no tuvo.
Si la tarea se lleva a cabo con compromiso y con la intención de ofrecerle al usuario productos de calidad, puede dar como resultado una gran combinación: Disponibilidad de productos que tengan una carga impositiva mucho menor y que lleguen a los usuarios a valores más accesibles. Nada mal. Pero esto no termina acá, porque se daría habiendo generado trabajo genuino desde las distintas marcas que asuman este rol y sus proveedores asociados.
Seguramente esto no pase de un día para el otro, y mi pensamiento pueda sonar idealista. Pero el desafío existe y las condiciones están dadas. La única variable que me falta despejar en esta ecuación es el tiempo, que determinará si mi análisis es acertado o no.
M.A.
24 respuestas
Muy buena nota.
Yo no se nada de economía, pero nunca entendí porque no se bajan los impuestos, es decir, si se bajan los impuestos, la moto sale mas barata, si sale mas barata se vende mas si se vende mas vos recaudas lo mismo que antes, pero con la ventaja de tener mas motos circulando y eso mueve a todo el sector, repuestos, aceites, seguros, indumentaria, etc. lo que a su vez genera mas trabajo por que se produce mas y así
Mismo en otras cosas, somo muy caros para producir, no puede ser que comprar un aceite francés de primera calidad sea mas barato que comprar un aceite de lo mejor nacional (que no cumple las mismas normas que el frances), la solución no es ponerle mas impuestos a lo de afuera, sino bajar los de adentro y así poder vender mas y exportar
el scooter es muy lindo para la ciudad, pero hay beses que necesitas algo mas polivalente y por la misma plata podes conseguir algo que se desempeña bien en la ciudad, en autopista y con la posibilidad de tener una rueda que en caso de cunetas, posos que no viste, etc este mejor preparada que una scooter convencional, por eso (en mi caso) prefiero una EN 125 a una Dash 110, por ejemplo.
Lo ultimo para reflexionar seria que en muchos casos, en el bajo segmento, no se justifica mucho comprar una moto nueva (mas seguro + impuestos, + devaluación) vs comprar una usada bien cuidada, total es la misma tecnologia de hace 20 años, pero mucho mas racional desde un punto de vista económico.
Solo dejo mi punto de vista
Saludos
Yo tampoco entiendo un pomo de economia y pienso igual que vos, a mayor volumen, igual o mayor recaudación, pero como pones a dieta a un estado morbido de impuestos sin que te incendien el pais?.
Te dejo un ejemplo de impuestos y conveniencia de 0 km vs usado, en provincia de BsAs si el tramite de transferencia cuesta unos $ 1000 por ponerle un numero, le tenes que sumar un valor igual en impuestos provinciales, o sea que estas hablando de un 100% de impuesto por transferir. Mientras que si inscribis un 0 km, no te cobran esos impuestos, y te termina saliendo mas barato, o lo mismo si queres sumarle el costo de los formularios (otro kioskito de los agencieros), pero la diferencia es que tenes algo nuevo, y sin entrar en lo que uso y mecanica refiere, de movida tiene un gran problema menos que es la radicacion de la patente. Las motos son municipalizadas y cada municipio tiene sus “formas” por decirlo de algun modo. Cambiarle la radicacion de patentes puede ser toda una odisea, te lo puedo asegurar.
Vamos a ejemplos un poco mas concretos. Uno de mis hnos vende su TNT 300 modelo 2018 a $340K, al nuevo dueño transferirla le salio $12K mas unos 1200 de la baja impositiva del municipio de origen. Mi hno compra una CF 650 NK a $ 690K + 3500 de formularios, patentarla solo le costo 8 mil por todo concepto.
A lo que voy es que en este pais se te castiga por querer todo en orden, con tramites mas caros y mas engorrosos (y eso que se facilitó bastante la cosa en los ultimos años), y siempre el que paga el derroche es el mismo
No se bajan los impuestos porque hay un montón de ñoquis que se llevan una tajada de la torta sin hacer nada.
HSP_77 : Las pocas beses que fui a preguntar sobre algo nuevo siempre le tuve “miedo” a los números del vendedor, el tipo siempre dice: bueno este es el precio de lista + fletes + formularios + impuestos + que se yo te sale tanto, (siempre considerando de uno hacer el tramite en el registro por que te roban por lo que te piden al registrarla ellos).
Entonces pienso: moto nueva, le hago un Km y pierde el valor + patente cara por ser nueva + seguro no tan caro por ser nueva + Services + periodo de hablande —> la moto me sale tanto por mes por tenerla simplemente parada
Entonces pienso: moto vieja, ya se devaluó + patente no tan cara + seguro un poco mas caro + Services (se los hago yo) —> la moto me sale menos el solo hecho de tenerla, ( es cierto esta el riesgo de comerse un clavo con esto, pero siento que me cierran mejor los números, o por lo menos la plata que podría gastar en repuestos va a una fabrica y no al estado y me ciento mejor por eso)
Alguien en los comentario alguna vez dijo que Kawasaki tenia un margen de ganancia enorme por cada moto que vendía pero no les importaba por que con eso tenia menos clientes molestando, la marca era mas exclusiva y les alcanzaba con eso, y otras marcas prefieran sacar plata a fuerza de vender mas, yo creo que Argentina, como esta, tiene la lógica de los concesionarios Kawasaki Arg pero vende motos Mondial (con todo respeto) y así no va.
Por ultimo interesante lo del costo de patentarla pensé que en el usado era mucho menor dado que es un porcentaje del valor del moto vehículo
PabloM83: Yo no planteo bajar el gasto publico (que seria genial) sino generar mas plata a fuerza de vender mas a un margen menor que vender menos a un margen mayor.
dado que al producir mas, otras partes de la economía se activan, por lo menos YPF va a vender mas combustible y eso es solo una parte
El tema de los impuestos excesivos son para dos fines.
Principalmente desincentivar la compra de productos importados que se pagan en dólares, que tienen que salir de BCRA y escasean (histórico problema de la Argentina).
Y por otro lado proteger y/o fomentar la producción local de esos bienes, generando puesto de trabajo de calidad.
Pasa lo mismo con los autos que si bien se “fabrican” localmente más del 70% de los componentes son importados y obviamente también requiere salida de dólares.
De hecho la industria automotriz es deficitaria en dólares, por mas que se exporte a Brasil y otros mercados, son más los dólares que salen por importación de autopartes que los que ingresan por exportacion de vehiculos.
Por el tipo de economía que tenemos hace décadas, lo ideal sería tener una industria local más desarrollada. Pero para eso también es necesario el volumen que nuestro mercado no tiene.
Por eso las empresas chinas e indias son gigantes, tienen una economía de escala enorme.
Coincido con Matias en que vamos por ese camino obligado de mayor integración local.
Con sus pro y sus contras.
Como contra menor oferta y competencia. Como beneficio más puestos de trabajo y potencialmente precios más accesibles.
Veremos que pasa.
Interesante punto de vista y coincido en la baja de impuestos y el efecto que produce, es más le pregunté a un amigo que trabaja en el gobierno y me comentaba que el mismo en las reuniones había planteado lo mismo en el tema de la patentes y transferencias de los autos y motos para impulsar que se pongan al día la gente con sus deudas y tener en orden la titularidad de los mismos.
Bueno, no obtuvo una respuesta coherente.
Que lastima que no tuvo una respuesta coherente, me gustaría saber el por que, por ahí ellos saben algo que por mi ignorancia en el tema desconozco.
Por otro lado pregúntale si no seria buena medida bajar los impuestos eh ir a buscar a los comerciantes que no hacen tikets o lo hacen a menor valor que lo que vale la moto/producto (creo que alguien dijo que BMW hacia algo así), pero aplicarlo a todos los rubros.
Asi el comerciante que hace todo por derecha no se siente tan estafado y puede competir con el “kiosko de la esquina” que te cobra menos si pagas en efectivo y sin factura
Interesante articulo, sobretodo para entender un poco mas de la economía argentina y su vericuetos, para alguien como yo que vive fuera.
Respecto a las motos, coincido en que representan la mejor alternativa de movilización individual en las ciudades y se van a vender mas en tiempos post-covid.
Particularmente como ex poseedor de una scooter (Yamaha Bws 4t) debo confesar que es la mejor opción para circular por la ciudad y en mi caso ir al trabajo, son mas maniobrables, económicas y funcionales, solo por una cuestión “irracional” pase a una 500, que es mas moto, me permite salidas ocasionales a la ruta o viajes, pero la scooter, para ciudad es lo mejor por lejos
La única forma de bajar los impuestos es achicar el estado. Y el estado se achica echando a la mitad de los empleados públicos, siguiendo por planes, sueldos de políticos, etc etc etc. Pero NADIE quiere pagar ese “costo político”.
Impuestos bajos no significan que los precios bajen. Para muestra véase lo de Mercedes Benz con el Clase A traído de México que no paga extrazona. No bajaron el precio y se quedan ellos con la guita.
Las marcas venden lo que podemos pagar, no lo que queremos. Basta con ver la lista de ventas de todos los meses. La masa trabajadora tiene sueldos entre 20 mil y 30 mil pesos (Entre 150 y 250 dólares al mes) como le ofreces un Scooter cuando sus precios son cercanos a los u$s 2000?
Ahí es donde surgen y se explica tanta “chinoneta” y las 110. Sus precios inician en los u$s400 y por si fuera poco te las financian, otro tema son los intereses. Por si fuera poco las 110 ofrecen casi lo mismo que un Scooter: cambios fáciles, espacio de guardado, bajo consumo, ágiles, no te rompen la punta del calzado.
En un país pobre la única forma de hacer volumen de venta es por precio.
Creo que la Argentina que se viene debería sincerarse consigo misma. Cuando tengamos en claro que somos podremos ver qué queremos ser.
Como la Argentina es un pais ciclico, donde se repiten una y otra vez las crisis, no hay nada nuevo bajo el sol.
Es mas, hay un libro que analiza este tema que se llama Dentengamos el Pendulo, que analiza los problemas industriales y el nacimiento y muerte de muchas pyme y marcas de motos en Argentina en los años 60.
Se los recmiendo, te deja un sabor amargo pero solo muestra la realidad de nuestro pais. (desde el punto de vista de las motos)
El autor es un coleccionista de motos y demas vehiculos de fabricacion nacional.
Demasiado extenso, cortito y al pie…el que salga bien parado seguira comprando marca el resto comprara chino o indio, algún que otro alguna eléctrica que todavía está verde…en fin nada de otro mundo jaaa jaaas
Es que ahora no es un tema de precio, sino un tema de tener o no producto. Y eso aplica para todos, y mucho mas al que quiera comprar ‘marca’.
Es hay o no hay.
Lo de tener o no tener es de corto plazo, ya en el norte esta comenzando a moverse la rueda. Fijate lo que hicieron ahora las marcas, subieron los precios en dólares precios totalmente irracionales, y lo peor es que nosotros les compramos siguiendo el juego, si avalamos estos comportamientos, la culpa es nuestra somos pésimos consumidores.
Correcto una vez que la economía mejore habrá productos…lo otro también tenés razón se llama especulación pero bueno es un tema que da para largo…en fin a tener paciencia muchachos…
Tranquilo paciencia hay recesión mundial jee jeee!!!
De quienes plantean una baja de impuestos, el 99% de las veces esos impuestos no recaudados van a parar al bolsillo del empresario. Tener una moneda, fuerte, confiable y estable es la solución.
Como se llega a eso? Gastando (en el peor de los casos) lo mismo de que se recauda, en el caso de Argentina va a tener que gastar mucho menos de lo recaudado para pagar la deuda. Como necesitamos recaudar, subimos, inventamos y/o mantenemos impuestos ridículos. Nuestra historia nos avala, todos los impuestos que fueron creados transitoriamente, perduraron. Y no hay dólares sres. No hay, podremos hacer la magia que quieran (incluso reduciendo el gasto público), pero si no comenzamos a exportar (y con valor agregado) no salimos más de esto.
Lo bueno y lo malo es que estamos por tocar fondo, solo queda subir. Alberto va a tener que ajustar, disfrazándolo con el término que quiera. El problema es cuantos millones van (o vamos) a quedar en el camino.
Es una posibilidad que al bajar los impuestos esa baja no se vea totalmente reflejada en el precio final del producto, de hecho es muy posible que mucho aprobechen y aumeten sus margenes de ganancia, pero al ver tantos oferentes en el segmento de baja y/o media baja cc existe la posibilidad de que a alguno se le ocurra generar plata por volumen de venta y no por la ganancia unitaria de cada articulo, si uno rompe el molde mucho se veran obligados a seguirlo, (mi suposicion)
Necesitamos Dolares, tenemos que importar, para eso tenemos que tener un mejor precio que la misma gente que vende en el país que queremos llegar, para eso necesitamos bajar los costo de lo producido, quitando impuestos es una posibilidad, aunque sabemos que los problemas sindicales, problemas estructurales, corrupción etc siempre termina tirando todo al tacho
Mientras los políticos, empresarios y sindicalistas no cambien de mentalidad y sigan así, esto no tiene salida. Los políticos solo miran el corto plazo, los empresarios quieren invertir poco y ganar mucho y los sindicalistas más de lo mismo y siempre los mismos, así estamos. y para colmo se ponen de acuerdo.
El gran desafío es euro4, lo tiene Brasil, no tenemos nada. Somos un país de cuarta en motos, y todo está dado para que los descuidistas de cafam sigan haciendo diferencia con el 95% del mercado de la basura que les hace caja.
No seamos cómplices, no nos dejemos apretar por esa runfla, gritemos fuerte lo fundamental.
Que gran palabra Runfla. Acá seguimos reclamando el ABS (al menos delantero) en cada ocasión. Pero hay buenas noticias mi queridísimo. Se vienen ensambles interesantes, con integración de componentes nacionales y baja de precio. Guardá este mensaje y cuando termine el año repasamos los ejemplos.
Crucemos los dedos…
No siempre le es más fácil integrar a las grandes marcas que a las nacionales. Los japoneses por ejemplo requieren que las motopartes sean fabricadas por proveedores que logicamente tengan el proceso de fabricación normalizado con la ISO9001, la mayoría de las nacionales no.
También exigen que los materiales cumplan con las especificaciones del diseño, las nacionales no.
Se necesitan cumplir con ensayos y protocolos que no todas las nacionales piden.
Esto lo digo con conocimiento de causa, los pocos “motopartistas” que hay, mayoritariamente carecen de la certificación ISO 9001 sobre el proceso de fabricación y las piezas que fabrican jamás pudieron superar un ensayo serio. Entonces hay que recurrir a “autopartistas” proveedores de automotrices y buscar materiales nacionales que cumplan con los requerimientos de diseño, cosa muy muy difícil de hallar.
En su momento, para un modelo nacionalizamos 47 piezas, entre ellas el chasis, muleta, guardabarros, cachas, gráficos, pintura, reposapiés delanteros y traseros, etc, etc. Ningún “motopartista” pudo suplir alguna de esas piezas que cumpliera con los requerimientos del plano.
Las nacionales podián comprar partes que solamente cumplieran “con las medidas” y fueran relativamente resistentes como para no deteriorarse inmediatamente.
Esto es solo una centésima parte de los problemas que enfrenta una gran multinacional al momento de nacionalizar en Argentina, así que no le es “mas” fácil que a una nacional importadora con marca propia.
Y después de todo, seguramente la pieza nacional duplicará, como mínimo, el costo nacionalizado de una pieza importada.
Muy interesante, no sabía nada de esto. Gracias por el aporte.
Muy linda la foto de la fábrica armando Vespas, por suerte varias veces pude ir y aprender mucho en la planta de Pontedera.