A mais barulhenta: La Ténéré 700 aún no llegó a Brasil por no aprobar las mediciones de ruido

La Yamaha Ténéré 700 es una de las motos más esperadas en el continente americano. A Estados Unidos se tardó mucho tiempo en llegar, y comenzó a comercializarse como modelo 2021 con un precio inicial de USD 9.999. Chile fue uno de los primeros en recibirla en el Cono Sur, donde la moto se puede conseguir en los concesionarios con un precio sugerido de algo más de USD 15.000. En Argentina es muy probable que las primeras unidades lleguen a manos de importaciones particulares o bien que podamos traerla como un vehículo clásico…de acá a 30 años. Más allá del chiste, la noticia es por qué no ha llegado a Brasil.

La espera por la T7 en el mercado brasilero lleva casi cuatro años y en un mercado donde casi todas las motos suelen llegar, hay posibilidades de que esto no ocurra, como podría pasar acá en nuestro país, o que llegue con bastante retraso, a menos que llegue con mejoras, algo que todavía es posible. Al igual que en Argentina, en Brasil mucha gente entusiasmada con la idea de poder subirse a una, piensa que es solo culpa de Yamaha que en los últimos años ha apostado más por los scooters, las naked y las supersport. Pero esta no es la historia.

En Brasil la culpa la tiene la legislación brasileña, presten atención, sobre ruido. La Yamaha Ténéré 700 no ha obtenido, hasta ahora, la homologación en el país de los fanáticos de poner el múltiple de escape de una superbike al rojo vivo tirando corte. La trail mediana que Yamaha desarrolló para que se venda a nivel mundial, y que en la mayoría de los países ha sido aprobada, ya que las pruebas que miden y aprueban esta cuestión son similares. Pero en Brasil, sin embargo, es diferente.

La norma brasileña, ECE-R41-03, mide el límite de decibeles en cinco pasadas con la motocicleta a 50 km/h en tercera marcha. Resulta que los modelos más grandes, rara vez están en ese cambio a esa velocidad en la vía pública, por lo que este procedimiento es parcialmente eficiente. Por este motivo, las autoridades europeas han establecido una nueva prueba, que no limita la velocidad ni la aceleración, sino solo el límite de decibeles.

Así, los modelo desarrollados específicamente o principalmente para el mercado europeo no son necesariamente más ruidosos, sino que solo se ajustan a las condiciones de la vía pública allí. En Brasil, la prueba se mantiene con cinco pasadas a 50 km/h en tercera marcha para la medición del ruido. Y la Ténéré no aprobó. El problema es que los cambios para solucionar esto serían costosos.

La Ténéré 700 cumplió con los requisitos, pero no en Brasil. Y, al contrario de lo que muchos imaginan, no basta con cambiar el múltiple de escape, el silenciador o, incluso, el mapa de inyección, para obtener la aprobación. Sería necesario realizar cambios en el motor en sí, lo que siempre requiere inversiones y, eventualmente, compromete la viabilidad de vender una moto que, encima, es bastante de nicho o cuyos volúmenes no lo van a justificar.

Incluso si se llevaran a cabo dichos cambios, la moto debería cumplir con otros parámetros debido a los mismos. ¿Parece complicado? Parece que sí.

Lo que más llama la atención de todo esto es que la MT-07, que tiene exactamente el mismo motor CP2 que empuja a la Ténéré 700 sí se vende en la tierra de Ayrton Sena, Xuxa y Pelé. Por eso Yamaha en Brasil apuesta a modelos como el NMax 160, XMax 250, Crosser 150, R3 y MT03, que tienen motores más pequeños o con diferentes configuraciones o son diseños más modernos y han obtenido sus homologaciones. Además, al tratarse de productos para segmentos donde los volúmenes de ventas son mucho mayores, eventuales inversiones en ajustes y modificaciones se vuelven viables.

No salimos de nuestro asombro.

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