El segmento cruiser/custom de media cilindrada pareciera estar recuperando su esplendor en estos últimos años. Se trataba de una categoría prácticamente extinta en nuestro mercado, y hablo en general, no solo de los modelos más accesibles que comenzaron a aparecer ultimamente. La marca más emblemática de todas, Harley-Davidson, con las importaciones completamente cerradas, estuvo casi un lustro sin poder traer una sola moto. Indian corrió más o menos la misma suerte, y su futuro era incierto. Y después la oferta del resto de las marcas de este tipo de motos era inexistente. Ni hablar si uno buscaba una moto por debajo de los USD 15.000.
Pero de repente el segmento comenzó a florecer nuevamente, siempre hablando de lo que pasa en nuestro país. No sabría bien a quién adjudicarle el mérito de este cambio en el panorama, pero bien podría ser una sumatoria de cosas, entre la aparición de nuevos modelos por parte de marcas que antes no participaban de este segmento y cambios en el escenario desde lo económico-legal que permitieron la recuperación de la actividad por parte de marcas que habían quedado prácticamente congeladas.
Moto Morini presentó las Calibro en EICMA 2023, en un stand que estaba bien nutrido de novedades para una marca que resucitó de las cenizas con tan solo dos modelos, y que se la ha bancado hasta ahora con una red de concesionarios exclusivos ofreciendo ese lineup super acotado. En 2023 Morini levantó la mano y le mostró al mundo que su futuro era promisorio. Piano, piano ragazzi, arrancamos con poco pero tenemos mucho por sumar en los años que vienen. Y las dos versiones de esta cruiser, Custom y Bagger, fueron las siguientes en sumarse al renacimiento de la marca.
Las Calibro comenzaron bien, incluso mucho antes de que llegaran a los concesionarios de todo el mundo. La marca estaba haciendo un buen trabajo, la receta de incorporar componentes de primer nivel era parte de la estrategia, y el diseño de estas motos gustó y mucho. La reacción de la audiencia a las publicaciones y los comentarios dicen mucho sobre lo que le espera a un producto en un mercado. Es algo difícil de llevar a una estadística, porque son todos datos muy cualitativos, pero en el análisis artesanal uno se va dando cuenta de cómo viene la mano.
En el Travel Fest del año pasado, Moto Morini decidió exhibir las Calibro en su espacio, sin hacer mucha mención a la novedad ni demasiado ruido al respecto. La idea era que la gente las descubriera y evaluar la reacción que las motos generaban en el público. No era el ambiente ideal para motos de este tipo, apuntado al off-road y con las motos llenas de polvo, y sin embargo el experimento fue más que satisfactorio.
Ya para el lanzamiento oficial de las Calibro, sobre el final del año pasado, la moto tenía el camino bastante allanado en nuestro mercado. Obviamente siempre hablando de una categoría que maneja volúmenes bastante contenidos, pero que supo demostrar que el crecimiento dependía más de la oferta que de la demanda. La demanda nunca dejó de existir, solo que no estaba dispuesta, o no podía, pagar los precios que debía pagar para subirse a una custom. Pero eso por suerte cambió.
Desde que existe Motoblog, no han sido muchas oportunidades de realizar pruebas a motos de este estilo que hemos tenido. Diría que en estos 8-10 años de vida, las podemos contar con los dedos de una mano. Tampoco hace falta entrar en el detalle, pero se me vienen a la cabeza las Bobber de Triumph, la Scout de Indian y la Super Meteor de Royal Enfield. Y pará de contar. Lo que siempre nos quedó claro es que son motos que se deben analizar desde otra perspectiva que la de una moto normal. Entran en una categoría propia a la hora del análisis.
La Calibro 700 es una auténtica moto de placer. Uno no compra esta moto para el uso diario o para un manejo deportivo. Se trata de una moto, casi específicamente, para disfrutar de la experiencia del paseo o de viajar. En este tipo de motos no se evalúa tanto la performance de su mecánica, la agilidad de su ciclística o la potencia de sus frenos, sino la comodidad de su posición de manejo, la suavidad al andar y la experiencia que nos deja al final del recorrido. Suena todo bastante poético, pero es un poco así. Si tuviéramos que trazar un paralelismo con el mundo de las cuatro ruedas, diría que subirse una cruiser es el equivalente a manejar un cabrio. Uno busca otras cosas en este tipo de vehículos, y obviamente hay gente que lo encuentra en estas motos.
La Calibro se destaca, básicamente, por tres características principales que la convierten en la moto que es. Primero el diseño, en un producto donde la estética es un factor importantísimo, que el usuario suele acompañar con la indumentaria también, campo en el que tuvimos que pedir un poco de ayuda para esta prueba. Después está la posición de manejo, que debe ofrecer la máxima comodidad para que la experiencia de uso sea de relax absoluto. Y por último la elección del rodado y la transmisión final por correa, componentes que apuntan directamente a ofrecer el máximo confort de marcha posible.
Para esta prueba decidimos comernos un poco el personaje del usuario de este tipo de motos. Sumergirnos un poco en el mundo de quienes eligen este tipo de motos como su experiencia recreativa en el universo de las dos ruedas. Así que conversando con nuestros amigos de Moto Morini Pilar, durante varias semanas, surgió la idea de hacer la prueba con dos unidades de la Calibro, una Custom y una Bagger, en la que nosotros seamos simplemente dos amigos que saliendo a rodar y a disfrutar de una linda experiencia, porque al final es lo que buscan ofrecer estos productos. Así que nos esperaron en el concesionario para contarnos un poco sobre la actualidad de la marca y nos brindaron asistencia para que podamos disfrutar al máximo de las motos durante una jornada.
Nosotros solo nos dejamos llevar para, al final del día, poder transmitirles a ustedes la experiencia vivida arriba de las nuevas integrantes de la marca italiana. Así que en un día distinto, fresco y a pleno sol por suerte, ideal para disfrutar de un lindo paseo en moto, logramos juntarnos y llevar a cabo esta prueba.
Así que en este video van a poder ver el test ride de las nuevas Calibro 700 de Moto Morini. Ci auguriamo che ti piaccia.
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FICHA TÉCNICA
Modelo probado: Moto Morini Calibro 700
Precio: Custom $12.550.000; Bagger $13.500.000
Garantía: 3 años sin límite de kilometraje
Comercializa: Grupo Simpa (https://motomorinioficial.ar)
MOTOR
Tipo: bicilíndrico, 4 tiempos, DOHC, alimentado por inyección electrónica Bosch, refrigeración líquida
Cilindrada: 693 cc
Potencia: 69 cv a 8.500 rpm
Torque: 68 Nm a 6.500 rpm
TRANSMISIÓN
Tipo: 6 velocidades
Transmisión final: correa dentada
Embrague: multidisco, en baño de aceite.
CHASIS
Suspensión delantera: Horquilla telescópica convencional de 41 mm con 120mm de recorrido
Suspensión trasera: Doble amortiguador de 100 mm de recorrido, ajuste de precarga
Frenos delanteros: Disco de 320 mm con pinzas flotante 2 pistones J.Juan
Frenos traseros: Disco de 255 mm con pinza flotante de 1 pistones J.Juan
ABS: Si
Neumáticos: Timsun 130-70/18 adelante y 180-70/16 atrás. Llantas de aleación sin cámara
MEDIDAS
Dimensiones: Largo 2.220 mm x ancho 860 mm x alto 1190 mm
Distancia entre ejes: 1.490 mm
Altura del asiento: 725 mm
PRESTACIONES
Velocidad máxima: aprox. 200 km/h
Consumo promedio: 5 lts/100 kms
Capacidad del tanque de combustible: 15 litros
Peso Seco: 200 kilos
4 respuestas
Dicen que la velocidad máxima está limitada a 175 km/h, por lo menos en Europa. Acá no sabemos como vino, la realidad es que a 165 km/h parece que el viento te va a sacar del asiento. Es una moto de paseo y disfrute, con potencia de sobra para cualquier sobre paso. Muy lindas terminaciones y calidad percibida, vamos a ver en el tiempo cómo se desempeña en cuanto a durabilidad.
Para quienes piensen en este modelo, la sugerencia es ir por la Bagger ya que cuenta con las valijas y más protección aerodinámica, Morini tiene cero accesorios para la Custom por el momento.
Acá, al menos en las unidades que probamos, no está limitada…pasaba los 175 cómoda
Hummm. Una mezcla entre vulcan 650, Street Glide y Rebel 500. De original NADA… Todo mezclado dentro de una coctelera china…
Comprar chino es:
– financiar al comunismo.
– financiar a los responsables del covid.
– financiar la flota de barcos en la milla 201 que no solo destruyen el ecosistema marino sino que depredan recursos.
– financiar el 40% de la contaminación ambiental mundial.
– financiar el abuso en el uso de recursos naturales para la fabricación sobredimensionada de productos descartables.
Sigan comprando chino, ahora saben en que se gastan su dinero…
Una es fea, la otra horrible. Fin del comunicado.