Motoblog Cotidiano: Zontes 703F

La moto estaba completamente bajo el agua, estaba en pleno cruce de río cuando la perdí completamente desde abajo, como si alguien hubiera tirado de una alfombra bajo mis pies. La corriente era bastante fuerte, yo estaba sentado con el agua casi hasta el cuello y no me podía levantar, hasta que llegué a agarrarme del manillar de la moto. De repente llegó Juanma, un gran contador de chistes entre otras cosas, y me ayudó a levantar la Zontes. La pantalla seguía prendida, el parabrisas eléctrico seguía funcionando.

En unos minutos la moto ya estaba del otro lado del río, la cruzamos tirándola con una linga entre 4 o 5 que éramos. Juanma, Luchi, Guille y alguno más que no recuerdo. Le di contacto, apreté el embrague y presioné el botón de arranque, pero la moto no atinó ni a pestañear. Detectaba la llave presencial, cargaba la bomba de nafta, todo parecía funcionar perfectamente pero a la hora de darle arranque no pasaba absolutamente nada.

Obviamente uno cuando pasan estas cosas en una moto con tanto chiche, tanta electrónica piensa que se mojó algún componente, que algo entró en corto, etc. Así que enseguida decidimos cargarla en la camioneta y dejar ese problema para más adelante. Así que el resto de la jornada la pasé sentado en el asiento del acompañante de una camioneta, tomando mate, hasta que llegamos a Molinos.

La moto logramos arrancarla a la noche, la puenteamos con un destornillador y anduvo perfecto, como si nada pasara, pero nunca pudimos darle arranque desde los comandos. Cuando llegamos a Buenos Aires a devolverla, en Beta acomodaron los cables del sensor del embrague y la Zontes 703F arrancó ahí nomás, como el primer día. Una pavada total, pero que nunca supimos diagnosticar pensando que el problema había sido otro. La Zontes podría haber arrancado ahí mismo al otro lado del río si simplemente hubiéramos revisado eso.

Pero la moto arrancó, a nuestra manera, y eso me permitió volver andando a Salta y hacer este Motoblog Cotidiano atravesando el Parque Nacional Los Cardones, rumbo a la recta de Tin Tin y la cuesta del Ovispo, para llegar a Salta, cargar las motos y pegarnos la vuelta lo antes posible, tratando de evitar el quilombo que iba a ser Santiago del Estero con la final del campeonato entre Platense y Huracán. No fue tan grave, salvo por el detalle que nos cortó la policía para darle paso a 100 colectivos que se llevaban a los hinchas quemeros, que luego tuvimos que volver a pasar. Cosas que pasan.

El camino donde me tocó hacer este Motoblog Cotidiano, fue el camino ideal para descubrir el hábitat natural de esta moto, donde realmente brilla. Ya me había quedado muy conforme en el asfalto con su comportamiento en las curvas, y ahora me esperaba un camino de ripio en impecables condiciones, de esos para ir con mucho ritmo. Este, para mí, es el mejor que me tocó hacer hasta ahora.

Motoblog Cotidiano, con la Zontes 703F. Esperamos que puedan disfrutarlo tanto como yo.

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