Cuando Voge desembarcó en el mercado argentino lo hizo con la premisa de competir solo con motos de 300 cc. para arriba, o al menos eso fue lo que anunciaron desde la marca. Esa declaración tuvo vigencia hasta la llegada del SR4 Max, que si bien continuaba respetando la idea de la marca, con el éxito que tuvo también les abrió la cabeza y los hizo reconsiderar su postura. Sí, Voge contaba con una línea de scooters más que interesantes pensados para el mercado global, como para restringir la oferta a solo uno. Y así fue como llegó el SR3 a nuestro mercado.

Una variante mucho más enfocada en la movilidad urbana, pero sin mezquinar equipamiento de seguridad y confort, que se presenta como el entry level de la marca de Loncín y al mismo tiempo se diferencia de casi toda la competencia por el nivel de equipamiento que ofrece. Parabrisas regulable, llave presencial, calienta puños, instrumental TFT con conectividad y navegación, control de tracción, monitoreo de presión de neumáticos, iluminación full LED, dashcam delantera, apertura remota de asiento y tapa de combustible, tanque de 14 litros de capacidad. En fin, lo que se dice bien equipado.

Si hay algo dentro del listado de equipamiento que podríamos criticar por parte de Voge en este SR3 es la elección de las cubiertas, que bien podría haber optado por algo más parecido a lo que trae su hermano mayor, y también el hecho de que las guanteras no se traben cuando se traba la moto, en lugar de los cierres magnéticos que trae. Pero como todo tiene un costo, y suponemos que la marca no desea ningún tipo de canibalismo entre sus modelos.

El SR3 llegó a nuestras manos sin muchas expectativas, obviamente asociadas a nuestro desconocimiento del producto. En nuestra búsqueda por incorporar un scooter de todos los que venimos probando, este modelo de Voge no había sido considerado en forma apropiada. Hago mea culpa, no sé que pasó, pero se nos escapó del radar. Hasta que tuvimos la oportunidad de probarlo, primero en forma clandestina, ya que lo tenía otro periodista, y las percepciones cambiaron rápidamente. Así que nos dispusimos a probarlo con otra actitud.

No hay nada mejor que un scooter para la vida diaria en la ciudad, y con el tiempo también aprendí a disfrutar de sus virtudes como moto. Su maniobrabilidad, el centro de gravedad super bajo, la agilidad con la que uno puede desplazarse y, en muchos casos, la capacidad de detenerse en una baldosa.

Así que antes de devolver el scooter al Service & Training Center de Voge, sobre la Av. Libertador al 5700, en el barrio de Belgrano de la Ciudad de Buenos Aires, donde pueden acercarse aquellos que lo quieran probar porque también es concesionario, llegó el tiempo de hacer nuestro clásico paseo por la ciudad y compartir más detalles y opiniones con ustedes.

Este es el Motoblog Cotidiano con el Voge SR3, un producto que, a nuestro criterio, es para tener en cuenta.

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10 respuestas

    1. Seee, ya salió la noticia por todos lados, buena gente la de Simpa, ya lo habia comentado El inefableGody jejej.
      Parece que se les cortó la joda de falsear las declaraciones de aduana. Años y años haciendo lo mismo todos estos llamados”Grupos económicos”. Agarraron guita a cuatro manos durante años: Sobrefacturaban importaciones para acceder a dólares físicos a precio oficial y obtener la ganancias al venderlos en el mercado blue. Eran tan compinches con los funcionarios del ministerio de economía que parece que hasta los terminaron contratando.
      Pensar que todos estos delincuentes se las dan de empresarios exitosos y agarran el micrófono para sanatear en cuanta presentación de moto nueva aparece.
      Por lo visto, parece que no es tan rentable armar motos en el país sin la jodita de las sobrefacturaciónes, menos ahora que el blue cotiza menos que el oficial.

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