Noviembre de 2024 fue para nosotros uno de esos meses que difícilmente olvidaremos, dentro de un año que marcó un antes y un después en la vida de Motoblog y que nos tuvo girando por prácticamente todo el globo terráqueo. Pero al mismo tiempo fueron días en los que tuvimos el privilegio de ser testigos privilegiados de la génesis y el nacimiento, o renacimiento, de una marca como Morbidelli, que además de tener un montón de historia en la competición, es sin dudas la gran apuesta a futuro para el Grupo Keeway.
Estas son cosas que pasan muy pocas veces en la vida, y al mismo tiempo fue una presión extra para nosotros poder contarlo desde el inicio y saberlo y callarlo durante varios meses hasta que la novedad pudiera ser publicada a través de Motoblog.com, de nuestro canal de YouTube y redes sociales. Estar en Milán para EICMA por segundo año consecutivo ya era un montón, poder estar al frente de toda la manada de medios internacionales para el lanzamiento de una marca italiana como Morbidelli fue sin dudas algo especial, sobre todo porque veníamos vigilando como mucho sigilo el inicio de las operaciones con la creación de Moto Bolognia Passione -MBP-. Recibir la invitación a China para conocer todo desde adentro ya escapaba a nuestra imaginación.
No son casualidades. La realidad es que en Motoblog teníamos ganas de ir a China desde hace un buen tiempo y nuestra idea inicial, por tratarse de un viaje poco común y no tan accesible, era parecida a pasar la gorra entre los representantes de las distintas marcas de este origen para poder ir a hacer una especie de documental que nos permitiera darle dimensión a la industria china. Pero evidentemente el timing de esta propuesta fue perfecto porque coincidió con el momento en el que el Grupo Keeway estaba listo para salir al mundo con Morbidelli. Así que un día desde el Grupo La Emilia nos agarraron en privado y nos dijeron que les interesaba. Y sin darnos demasiada información, nos dijeron que el viaje tenía que ser exclusivamente con una marca.
Lo que nosotros no sabíamos era que esa marca todavía no existía. Al menos fuera del mundo de la competición. Así que terminada la world premiere de Morbidelli en Rho Fiera, nos subimos a un avión y salimos para Shanghai. Nuestras caras no podían ocultar el asombro, el entusiasmo y, en cierta medida, la incredulidad sobre lo que nos estaba pasando. De aquel proyecto que arrancó como un hobby para divertirnos e ir de a poco, a que nos esté esperando uno de los grupos empresarios más importantes del mundo de las dos ruedas para abrirnos las puertas de sus oficinas, sus fábricas y nos sentemos en la mesa con su CEO, que además, ahora, tiene el sticker de Motoblog pegado en su celular.
Los primeros minutos en Shanghai fueron de incertidumbre total. Claramente nada iba a salir mal, no había chances de que algo salga mal, solo que en ese momento todavía no lo sabíamos. Aterrizamos en el Aeropuerto de Pudong, donde llegan la mayoría de los vuelos internacionales, pero nuestra conexión a Chonqing, nuestro primer destino, era desde el aeropuerto de Hongqiao, una especie de Aeroparque de Shanghai. En ese entonces estábamos demasiado verdes, no nos andaban los celulares, no teníamos idea de nada, solo sabíamos que teníamos que cambiar de Aeropuerto.
Al final del viaje nos hubiéramos pedido un Didi a través de Alipay, que nos hubiera costado 26 dólares -acabo de chequearlo desde mi cama en Buenos Aires-, que podríamos haber elegido el auto que nos más nos guste para hacer el trayecto -un NIO ES8 no estaría nada mal-, y en cuestión de 1 hora hubiéramos llegado habiendo disfrutado de un placentero viaje, con botellitas de agua mineral de cortesía y habiendo elegido nuestra opción musical más adecuada. Quiero que sepan que Miguel Conejito Alejandro sonó en China, solo para que quede registrado. Pero no, estos eran nuestros primeros minutos en China y nuestro estado de situación era comparable al de un niño que no sabe leer.
Lo que no sabíamos en ese momento era que nuestro desconocimiento del terreno nos iba a jugar a favor, ya que nos iba a permitir explorar algunas herramientas que otros viajeros frecuentes que van a China desde hace más de una década no exploraron, porque ya tienen todo medio armado y les funciona más o menos de esa manera. Dentro de Alipay, que obviamente ya habíamos descargado y registrado en nuestros teléfonos, hay un ícono mágico que dice eSIM, que nos permitió comprarnos un pack de datos local. Lo recuerdo perfecto, por primera vez vi el ícono de 5G en mi teléfono y de repente todo empezó a funcionar. El mail, whatsapp, Instagram, lo que se les ocurra.
Nos habían dicho que sí o sí teníamos que contratar una VPN, cosa que habíamos hecho, pero evidentemente ya no era necesario. Ya arriba del bondi que con mucho esfuerzo comunicacional logramos tomar, con cierto escepticismo, enfilamos para el próximo aeropuerto. Los engranajes parecían estar mejor aceitados que una hora atrás cuando estábamos en modo turco en la neblina. Nos miramos con cara de alivio y subimos la primera historia de este viaje. Bienvenidos a China.
En Chongqing ya todo fue risas y relax. Obviamente no podíamos salir de nuestro asombro, la dimensión de todo es mucho más grande de lo que nos habían contado. Y a ustedes les va a pasar lo mismo, por más que nosotros se lo contemos, lo tienen que ver con sus propios ojos para entenderlo. El relato no le hace justicia a la realidad. China es mucho más de lo que te cuentan. Aquí en Chongqing tomaron el mando el gran Lei Zhang, local player total, y Maxi Suárez, habitué en China de Grupo La Emilia. Motoblog ya tenía sus guías, era momento de abrir los ojos y empezar a mirar los detalles.
En este viaje tuvimos dos momentos clave, a nuestro entender, que son los que elegimos para contar esta historia que, en Argentina, está arrancando en estos días. Algunos pueden tomar como punto de partida el MotoGP, donde Morbidelli tuvo su primera aparición como marca en suelo argento, otros podrán considerar el evento del próximo fin de semana en Santa Rosa de Calamuchita como el lanzamiento oficial de la marca, pero la cosa no va a cambiar mucho. Ahora bien, para nosotros haber visitado la fábrica desde donde están saliendo los primeros productos de la marca, haber entrado al cuarto donde se moldearon los modelos en arcilla y conocer las oficinas centrales del Grupo Keeway en Shanghai, donde pudimos conversar con Dante Bustos, el director de marketing, para entender mejor sobre esta apuesta con Morbidelli, fue clave.
La fábrica de Gaokin, en Chongqing, nos permitió dimensionar la calidad de los productos que salen de China, y sobre todo la que el Grupo Keeway pretende para Morbidelli y la visita a las oficinas de Shanghai nos permitió entender cuál es el objetivo que se han trazado con esta marca. Pero no fuimos hasta allá para contarles esto, sino para que lo puedan ver, escuchar y hasta sentirlo.
El renacimiento de Morbidelli, este fue el gran motivo de nuestro viaje a China y que hasta hoy no se los pudimos contar. Nuevamente, en Motoblog fuimos testigos privilegiados del nacimiento de una marca global, y lo podemos mostrar desde adentro. Esperamos que lo disfruten tanto como lo hicimos nosotros y que les sirva para entender un poco mejor esta historia que comienza. O re-comienza.
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Una respuesta
Muy buena nota muchachos ! . Por lo que se puede apreciar tienen una calidad de materiales por arriba de la media . En relación al diseño me encantan , la 300 y la 500 trail son hermosas . El camino no le va a ser fácil , marca nueva y de fabricación china. Tienen que fortalecer el posventa y aumentar los puntos de venta en todo el país . El tiempo dirá el resto …pregunta : los motores son diseños propios o tomaron patentes caducadas de otras marcas? . Eso de dejar la moto marchando a 126 km es algo habitual de las marcas ? Me pareció un dato interesante ese.