Medidas preventivas: KTM busca el rescate y evitar la insolvencia

A ver, entendemos que en esta historia no hay posibilidad de que una marca como KTM desaparezca, hablando en criollo, pero está claro que la crisis que se venía asomando desde hace un tiempo, de la cual hablamos hace rato, tomó otra dimensión en las últimas semanas. Pero entendemos que hay muchos jugadores, supongamos un Bajaj o un CFMOTO, con la billetera bastante gorda como para que no se les caiga la baba por quedarse con una marca así. Así que es una variable que sacaría de la ecuación por completo.

Eso no quita que sean tiempos duros para una empresa como Pierer Mobility AG, la propietaria de KTM, Husqvarna, GasGas y WP entre otras. Todo esto a pesar de que el futuro se presenta bastante promisorio para la marca con los últimos modelos que presentó en EICMA hace apenas algunas semanas, como si se hubieran despertado. Si es cierto que en los últimos años la participación de mercado de la marca naranja no ha sido la misma que en los años previos a la pandemia, cuando era protagonista en todos los segmentos.

A esto se le suman un montón de cosas. Subas en las tasas de interés, incremento el los costos laborales, faltante de insumos -¿se acuerdan de la crisis del silicio?-, tiempos de producción más largos, problemas de fabricación, etc.

Pero lo cierto es que KTM AG, la empresa que agrupa a todas las marcas, necesita una inyección importante de dinero, cercana a los 100 millones de dólares, para restructurar el negocio y seguir apostando a la producción de motocicletas y evitar caer en la insolvencia. Es decir, no poder hacer frente a sus compromisos de pago.

Según KTM, ha entrado en auto administración, que es una especie de convocatoria de acreedores mientras la empresa se mantiene bajo el control de su directorio, buscando restructurar el negocio en los próximos meses. El comunicado de prensa de KTM dice que la empresa que ha crecido de 160 empleados y un nivel de producción de 6000 unidades en 1992 a cerca de 1000 unidades diarias, está enfrentando algunos obstáculos significativos. Para hacer frente a estos, KTM iniciará un procedimiento legal de reestructuración mediante autoadministración. La aplicación se presentará el viernes 29 de noviembre, con el objetivo de concluir con este proceso dentro de los 90 días.

Mirándolo de esta forma, parece todo color de rosa, pero claramente no es nada que se le parezca.

El punto es que las compañías que tienen riesgo de insolvencia pero que todavía no son insolventes tienen la oportunidad de recuperarse económicamente mediante procesos judiciales de restructuración antes de que tengan que presentar la quiebra. Este procedimiento solo se puede utilizar si la amenaza de insolvencia es real o es probable que suceda pronto. Y en preparación para este proceso, el emprendedor o empresario debe desarrollar un concepto de restructuración. Dentro del mismo, debe describir con credibilidad cómo quiere asegurar la continuidad futura de la empresa y cuáles son las medidas que tomará para ello. El plan requiere la aprobación de los acreedores incluidos por el deudor.

Este procedimiento busca reducir el nivel de deuda que KTM AG acarrea, algo que no será sencillo, ya que la deuda neta que rondaba los 300 millones de euros hace dos años escaló hasta los 1.500 millones en la actualidad. Obviamente esto tiene que ver con la adquisición de MV Agusta, que ingresó a la familia KTM sobre el final del año pasado. Hay otros factores también.

Realmente llama la atención como este tema escaló a nivel mediático. Siendo KTM el principal fabricante de motocicletas en Europa y una de las marcas más grandes que existen a nivel mundial, 100 millones de euros para una línea de rescate nos parece poca plata. Sí, ya se, vos y yo con esa cantidad hacemos un desastre, pero para una compañía como KTM son prácticamente chauchas y palitos.

Lo que queda clarísimo, a nuestro entender, es que este problema se va a resolver en un tiempo relativamente corto. O KTM consigue algún tipo de salvataje con la restructuración que presentará hoy o algún gigante asiático va a aparecer con la chequera en la mano y se la quedará. Pero las motos no van a dejar de salir de las líneas de producción.

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