Hay una cuota extra de honestidad en estos productos de baja cilindrada y equipamiento básico cada vez que nos toca probarlos. Y por esto me refiero a que el producto no tiene nada para distraerte, confundirte y que algunos defectos pasen desapercibidos. No, acá es un chasis, un motor y dos ruedas y todo, lo bueno y lo malo, tiene un protagonismo tal que no se puede esconder detrás de ninguna pantalla, de ningún chiche, de ningún sonido de escape que pueda camuflarlo.
El Orbit II 125 fue nuestra herramienta de movilidad urbana durante los días previos a nuestro viaje a China, donde casualmente tuvimos la oportunidad de visitar una de las fábricas de la marca, algo que podrán ver dentro de muy poco acá en Motoblog, y el uso que le dimos fue realmente intenso. Antes de partir no solo teníamos que filmar el contenido sobre el producto, sino que además había que hacer frente a una enorme cantidad de compromisos, y es en ese tipo de uso que uno va dándose cuenta de las reales virtudes o defectos de un modelo.
Obviamente el Orbit II 125 es un scooter chiquitito, algo que probablemente no debería elegir como opción para uso particular con mi altura de más de 1,90 mts., pero a decir verdad más allá de lo estético y del típico chiste de que parezco la antena de la moto o que lo maneja Maguila el gorila, debo ser justo y decir que en ningún momento de la semana me sentí intimidado por el tamaño de este producto. El piso plano me brindó comodidad y libertad de movimiento para mis piernas, el asiento en una sola pieza me permitió acomodarme bastante bien, y así anduve por toda la ciudad y alrededores, porque también hubo tramos de autopista, con la agilidad del Burrito Ortega y la austeridad del Pepe Mujica.
El Orbit II es muy sencillo, no tiene grandes estridencias, y mucho menos en este color blanco al que le agregamos el sticker de Motoblog para darle un poco más de vida, pero me da la impresión de que tampoco pretende mucho más que eso. Es una especie de commodity de los scooters, pero uno bien hecho, con ganas. Incluso tiene algunos pequeños destellos de intención dentro de su equipamiento bastante espartano, como los giros sonoros, la apertura remota del asiento mediante los comandos de las luces y el bloqueo del encendido desde adentro del espacio de guardado. Y ahí se termina la lista.
El resto es lo mínimo e indispensable. El tambor de la llave con bloqueo del manillar, un par de ganchitos para colgar alguna bolsa, un tablero bien básico con velocímetro, nivel de combustible y algunas luces testigo y listo. Bueno, sí, también está la placa porta equipaje que forma parte de la integración local de componentes, pero el top box no estaba incluído, solo me lo dieron para resaltar esa parte.
La impresión que me dejó este Orbit II 125 durante los días de furia en los que me tocó probarlo fue muy buena, y esa sensación de que fácil y que cómodo esto en lo que me estoy moviendo se hacía presente cada vez que me metía en el ascensor rumbo a la cochera para salir para algún lado. A todo esto se suma la practicidad de no andar cargado, ni con mochila ni con las cosas en la mano por poder dejar todo bajo el asiento o dentro del baúl. Así que también me ahorró algunos viajes en ascensor hasta casa porque siempre me olvido algo.
Un motor que suena muy saludable y arrancó siempre a la primera vuelta, plásticos bien encastrados y nada de ruidos extraños. Quizás el punto más flaco viene por el lado del rodado 12″ y suspensiones cortitas, pero como les dije antes es un commodity y van a encontrar esta misma configuración en otras marcas.
El Orbit II 125 no es un producto de especialidad, es un scooter bien básico y generalista de un fabricante que se ha hecho la fama a nivel mundial de hacer productos que no se rompen. Y se planta como una opción de movilidad más que interesante para aquellos que se quieren bajar del auto porque ya no aguantan más el tránsito en la ciudad y no quieren usar el transporte público, como aquellos que tienen una moto más grande y buscan algo bien simple para la batalla de todos los días.
Y este es el test ride de Motoblog del pequeño scooter de SYM.
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Modelo probado: SYM Orbit II 125
Precio: ARS 2.740.000
Garantía: 24 meses o 24 mil kilómetros
Comercializa: SYM Argentina (https://sym-argentina.com.ar/)
MOTOR
Tipo: monocilíndrico, 4 tiempos, alimentación por carburador, refrigerado por aire.
Cilindrada: 124,6 cc
Potencia: 12 a 7.500 rpm
Torque: 8,3 Nm a 6.500 rpm
TRANSMISIÓN
Tipo: CVT
CHASIS
Suspensión delantera: Horquilla telescópica
Suspensión trasera: Basculante con mono amortiguador
Frenos delanteros: Disco
Frenos traseros: Tambor
CBS: Si
Neumáticos: 130-70/12 adelante – 130-70/12 atrás. Llantas de aleación.
MEDIDAS
Dimensiones: Largo 1.905 mm x ancho 700 x alto 1.125 mm
Distancia entre ejes: 1.325 mm
Altura del asiento: 750 mm
PRESTACIONES
Velocidad máxima: 95 km/h
Capacidad del tanque de combustible: 5,2 litros
Peso en orden de marcha: 115 kilos