Test Ride: Moto Guzzi V7 III Stone

El primer año de Motoblog le tocó a Max viajar a Villa la Angostura para cubrir la carrera 800KM Patagonia Classic. Fue todo medio a las apuradas, era difícil conseguir una moto para mostrarles la carrera desde adentro. Además todavía éramos muy pichis, y el sponsor principal de la carrera ya tenía todas sus motos colocadas en la prueba. Pero el tipo fue, y aunque lo miró con la ñata contra el vidrio, cubrió el evento desde la caja de una camioneta y disfrutó de unos lindos días en el magnífico Hotel Correntoso. Su respuesta fue contundente al regresar: Nunca más voy sin moto.

Llegó la edición siguiente y nuestra primera compañera en este tipo de aventuras fue, nada más ni nada menos, que una Moto Guzzi V7 II Stornello. Una moto ideal para la ocasión, edición limitada, que gentilmente nos prestó la gente de Grupo Piaggio, en ese momento con nuestro amigo Juan Deverill a la cabeza. Así tuvimos la oportunidad de probar la segunda generación de la Guzzi V7 en su versión más scambler, que resultaba ideal para un mix de terrenos en la Patagonia y pudimos traerles distintas entregas de la misma con el Cotidiano (ver) y la carrera vivida desde adentro con la moto (ver).

Además de disfrutarla a pleno, también quedó en nuestros registros los aspectos fuertes y los puntos a mejorar. Así fue como recibimos esta tercera generación de la V7 en una presentación un tanto menos exclusiva, la Stone, pero con la particularidad de estar equipada con un juego de escapes fabricados en Argentina por Industria Chernobyl que fueron un arma de doble filo. Por un lado la gran sensación de tener un escape que suene de perlas, y por el otro que suene tan pero tan fuerte que llegue a ser un tanto incómodo. 

Así fue como salimos a la calle con la Moto Guzzi V7 III Stone, acompañada por su amiga supersilenciosa Indian Scout Bobber. Y con gran agrado nos encontramos con una moto que se comportaba tan bien como su generación anterior y que, al mismo tiempo, había solucionado sus puntos más flojos -o no tan fuertes-: la inyección y la electrónica del las asistencias a la conducción, más precisamente el control de tracción.

La V7 es esencialmente una moto experiencia. De esas para disfrutar a pleno cada vez que uno sale realmente a pasear o embarcarse en un viaje o escapada con amigos. El pasado fin de semana tuve la oportunidad -M.A.- de ir al casamiento de un amigo de toda la vida en Lincoln, Pcia. de Buenos Aires en moto. Un viaje relativamente corto -300 kms aprox- al que fui con lo puesto y llevando traje y zapatos en el poco espacio que brindaba el equipaje de mi máquina. Fui sin apuro y disfrutando del viaje como pocas veces.

¿Por qué hago mención a esto? Bueno, porque con la Moto Guzzi V7 III Stone tranquilamente podría haber hecho el mismo trayecto, si no fuera por sus escapes de altísimo volumen, con el mismo tipo de manejo y disfrute. La moto que lleve era de mayor cilindrada, pero bastante similar en su esencia. Cilindros transversales, refrigeración por aire, transmisión cardánica, buen torque y que permite llevar el motor relajado en ruta con buena velocidad. Es verdad, no tiene un parabrisas que brinde protección contra el viento, pero tampoco le pondría uno y no nada que un par de tapones en los oídos no pueda solucionar.

Así que sí, mientras viajaba por la ruta el fin de semana, pensaba que esta Guzzi V7 es una moto con la que también podría haber disfrutado mucho la experiencia. El resto, se lo contamos en el video. Como siempre, todas las preguntas que quieran hacer intentaremos responderlas.

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Lo que más nos gustó

M.A.
+ El look de la Guzzi es atemporal. Es una moto con toda la tecnología de hoy y que a simple vista no podes saber de qué año es.
+ Una mecánica super probada, con buenas mejoras y, sobre todo, con potencia amigable para el pasea y para el que acelera.
+ Posición de manejo relajada, como para manejar durante 21 litros de nafta sin parar.

M.F.
+ El carácter y personalidad del conjunto motor y ciclística, es como tener una harley sin tener una harley
+ La satisfacción de aprender a sacarle el jugo
+ Es muy cómoda

Lo que menos nos gustó

M.A.
– Me hubiera gustado probarla con los escapes originales. Muy buenos los Chernobyl, pero van con sordina.
– Para completar el paquete, creo que podría incorporar iluminación moderna manteniendo su atemporalidad
– Para mí estas motos van con llantas de rayos. Ojo, para mí eh, para mí -Bilardo dixit-.

M.F.
– El cárter cuelga un poco muy bajo
– Unas lucecitas de led no harían daño. Pero las halógenas le dan una facilidad de mantenimiento innegablemente buena
– Había 2 o 3 detalles en plástico que hubiese sido genial q sean de aluminio. Ej: protector de los inyectores

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https://www.instagram.com/p/BuuGhQLhwEN/

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Ficha Técnica

Modelo: Moto Guzzi V7 III Stone
Comercializa: Motoplex San Isidro, a quienes agradecemos por el préstamo.
Precio: USD 15.900
Garantía: 2 años sin límite de kilometraje

MOTOR
Tipo: V-Twin de cilindros transversales a 90°  OHV, 2 válvulas por cilindro, refrigeración por aire.
Cilindrada: 744 cc
Potencia:  52 HP a 6.200 rpm
Torque: 60 Nm a 4.900 rpm

TRANSMISIÓN
Tipo: cardánica
Caja: Seis velocidades. Embrague seco mono disco con amortiguador de acoplamiento

CHASIS
Suspensión delantera: Horquilla delantera convencional Marzocchi de 40 mm
Suspensión trasera: Basculante de aluminio fundido. Amortiguadores dobles con ajuste de precarga.
Frenos delanteros: Disco de freno flotante de 320 mm con caliper Brembo de cuatro pistones.
Frenos traseros: Disco de freno de 260 mm con caliper Brembo de dos pistones
ABS: Si
Control de tracción: Si, desconectable con dos niveles de intervención
Neumáticos: Pirelli Sport Demon 100/90/18 adelante y 130/80/17 atrás.

PRESTACIONES
Velocidad máxima: 160+ km/h
Aceleración 0-100: 5,8 segundos

DIMENSIONES
Largo x ancho x alto: 2.185 mm x 800 mm x 1.115 mm
Distancia entre ejes: 1.463 mm
Altura de asiento: 770 mm
Peso seco: 189 kg
Tanque de combustible: 21 litros -4 litros de reserva-