En los primeros años de la secundaria, con mis amigos de toda la vida organizamos una cabalgata para las vacaciones de invierno. Éramos varios -casi 20-, así que las semanas previas a la odisea que íbamos a realizar, nos dedicamos a conseguir los caballos que faltaban, monturas o recados, alforjas y todo tipo de equipamiento para semejante aventura. En la zona de Villegas en invierno hace bastante frio, no con temperaturas de la Patagonia o los Andes, pero con mucha humedad. No sé que es peor.
Lo cierto es que cuando apenas llevábamos unos 40 kilómetros recorridos nos agarró una garúa de esas que te mojan hasta el apellido y cuando llegamos a nuestra primera parada terminamos quedándonos mucho más tiempo del que teníamos previsto bajo techo y secando la ropa al lado del fuego. Todos habíamos ido muy abrigados, pero nadie tenía la indumentaria indicada, más allá de algún poncho encerado. Un fracaso total. Nos divertimos, sí, pero la moraleja que nos dejó grabada a todos para siempre fue que cuando uno encara el frío o la lluvia hay que estar bien equipado, sino puede convertirse en una experiencia totalmente desagradable.
El año pasado con Max hicimos nuestro Road Trip #007 desde Salta hasta Buenos Aires con las KTM 1290 y 1090. En un tramo del viaje, entre Amaichá del Valle y San Miguel de Tucumán, tuvimos que andar bajo la lluvia. Sin frío, pero con mucha agua. La ropa que LS2 nos proporcionó demostró ser más que apta para bajarnos de las motos totalmente secos y de buen humor. En un viaje de 1500 kilómetros hubiese sido una pesadilla tener que hacer 1200 con la ropa mojada y el ánimo por el piso.
Hace un par de meses, uno de esos amigos con los que compartimos aquella cabalgata propuso la idea de hacernos una escapada a la nieve. Hoy pisando los 4b0 no es fácil irse de la casa, con trabajo y familia, por muchos días. Así que se armó un grupete de seis personas, con lo que somos amigos desde el jardín de infantes, dos de ellos iban a la nieve por primera vez. O al menos a esquiar. Así que nos propusimos hacer un viaje bien gasolero, a efectos de que todos pudieran venir y que, de ser un éxito, sea algo con posibilidad de repetirse.
Aprovechando que estaba en cama con gripe y tiempo me puse al frente de la organización, y en un par de llamados y mails conseguí lo más importante, en condiciones muy favorables. Alquiler de equipos con un buen descuento, hospedaje para 6 con una gran bonificación, indumentaria de motos para los que no tenían (2) y un SUV para poder llevar equipaje y provisiones. Si, hubiese sido muy bueno hacer este viaje en moto, pero a) no todos los que viajaron son del mundo de la moto, b) era mucho el equipaje que había que llevar y c) no estamos para un trote de 3 días de esquí y 3000 kilómetros de moto de lunes a jueves.
Dicho esto, se me ocurrió que esta podía ser una buena excusa para evaluar el comportamiento de la indumentaria de LS2 en condiciones extremas -nieve y temperaturas que por momento llegaron a estar debajo de los -15˚- y con importantes probabilidades de pegarse algún golpe a buena velocidad en un terreno que presentaría nieve, hielo y piedras. Sobre todo teniendo en cuenta que en el Valle de Las Leñas las nevadas no habían sido hasta ese momento las mejores. Por suerte cayó una mini nevada el día anterior a nuestro arribo.
Por otro lado, también era un buen momento para empezar a mirar con buenos ojos la tecnología que tiene un vehículo como el DS7 Crossback, porque a pesar de tener 2 ruedas más que las que a nosotros nos gusta, tiene un montón de tecnología con la que muchas motos de altas prestaciones, como KTM, BMW y Ducati, comenzarán a llegar en los próximos años. Hoy muchos están en estado de prototipo, pero ya van a llegar.
Todo esto fue netamente con fines científicos eh. Para ustedes nomás. Lo de pasar 4 días con mis amigos la verdad que no me emocionaba tanto. Aclaro por las dudas, no se vayan a pensar que nos fuimos de joda.
A continuación, la tecnología de la indumentaria de hoy y la que tendrán las motos en los próximos años.
Empecemos por el vehículo, que fue el que nos llevó hasta Las Leñas. Se trata de un DS7, el SUV de la marca premium del grupo PSA, que luego de su reestructuración quedó como una marca individual y ya no opera más bajo el paraguas de Citroën. No vamos a hablar tanto del auto, pues estamos en un blog de motos, pero a quien le interese saber más, en el kioskito de al lado hay una crítica escrita por el papá de todos nosotros, quien probó una versión que tenía incluso más equipamiento: visión nocturna y butaca con masajes para el conductor. (leer crítica)
Acá nos vamos a dedicar a mencionar dos puntos principales del equipamiento de nuestro DS7 Crossback HDi So Chic, impulsado por un motor turbo diesel de dos litros, 180 caballos te potencia y 400 Nm de torque -solo para que se den una idea, la nueva Rocket 3 de Triumph tiene 220 Nm-. Estos puntos tienen que ver con la iluminación DS Active LED Vision y el control crucero adaptativo. Algo que en las motos todavía está en una etapa de desarrollo, pero que cuando queramos acordarnos va a estar entre nosotros. Y no sería extraño que esto suceda el próximo mes de noviembre.
Vamos en orden de mención, así que le vamos a dar lugar a las luces. Puede que en ciudad pase desapercibido por nosotros, porque de día o de noche, uno circula por calles con iluminación, aunque aquí el sistema debe contribuir a que los demás nos vean. Pero a la hora de salir de viaje a la ruta y el trayecto largo, la iluminación en una moto es clave. Y el sistema de DS tiene el foco puesto en dos objetivos principales: ver y ser vistos.
Obviamente que todo el vehículo está equipado con tecnología LED, incluso en su interior. No hay una sola lamparita de este DS7 que tenga un filamento. Y, como venimos escuchando en las motos últimamente con los modos de conducción, esta camioneta tiene 6 modos -si, seis- de iluminación. Y acá es donde la cosa se pone interesante, porque casi la mitad del viaje lo hicimos de noche. El lunes porque a las 4 de la mañana estábamos en la ruta y al regreso porque desde Villegas hasta Buenos Aires también nos tocó viajar a oscuras.
No por nada hemos ponderado tanto en este sitio la iluminación de la Bajaj Dominar 400, sobre todo teniendo en cuenta que cuesta la octava parte, o menos, de lo que hay que poner para subirse a una moto de esas que traen lo último en tecnología, como la Ducati Multistrada, la KTM Super Adventure o la BMW R1250GS Adventure. Motos que tienen un chiche para cada cosa, como el sistema de luz en curva, pero todavía no se acercan a la tecnología de iluminación que tiene este DS7 Crossback. Todo está en perfeccionamiento.
Está todo interconectado, así que supongo que el mismo componente que escanea el camino para mantener el carril o adaptar las suspensiones en caso de irregularidades, también tiene incidencia sobre la iluminación. No quiero aburrirlos con tanto texto, entiendo que el video que les muestro a continuación les va a resultar mucho más entretenido. El resultado: si bien siempre es mejor viajar de día, es impresionante la confianza que transmite un sistema de estas características y los ojos lo agradecen mucho. Ver y ser visto, esa es la cuestión.
El otro punto es algo que en los autos ya existe hace unos años -esta es la segunda vez que pruebo un sistema de estas características- y que el mundo de la moto está buscando incorporar en la categoría de motos que hoy es la más elegida para los viajes, por su equipamiento y versatilidad, que son las adventure touring, el universo que comprende a las BMW R1250GS, Ducati Multistrada V4 y KTM 1290 Super Adventure como algunos de sus ejemplares más destacados. Me refiero a la tecnología de los radares y el control crucero adaptativo.
Todos queremos manejar la moto cuando la ruta se pone linda y llena de curvas, no cabe duda que en ese momento nadie va a tener conectados este tipo de sistemas ni querer perderse del disfrute máximo que brinda una moto llevándola de lado a lado o derrapando en la tierra. Pero en la mayoría de los escenarios también hay para recorrer distancias muy largas y aburridas y, casualmente, este tipo de trayectos coincide con el momento en el que el piloto sufre mayor fatiga. Solo pongo como ejemplo nuestro primer viaje a Córdoba, justamente con una Super Adventure y una Multistrada, donde disfrutamos enormemente de las curvas que las sierras tienen para ofrecernos, pero antes tuvimos que fumarnos 700 kilómetros en linea recta, de ida y de vuelta.
De la misma manera que insistimos en que tener intercomunicadores en un viaje es fundamental, por entretenimiento y seguridad, también es una experiencia super agradable viajar en una moto que te de una mano para viajar más cómodo y descansado, y el control crucero es una gran herramienta. No para andar manejando sin manos, pero si para hacerlo con menos esfuerzo. El control crucero adaptativo va un paso más allá, porque no solo mantiene la velocidad sino que también disminuye la misma, incluso hasta detenerse por completo, de acuerdo al vehículo que circula delante nuestro.
Esto solo se tradujo en una sola cosa: Los 1200 kilómetros que separan a Buenos Aires del Valle de Las Leñas fueron el viaje más descansado y seguro que pude haber tenido. El auto no solo mantiene la velocidad y distancia de seguridad con el vehículo que circula adelante según la preferencia de cada uno -yo siempre elijo estar lo más lejos posible, por seguridad y perspectiva-, sino que también ayuda a mantenerse dentro del carril. No es que uno viene a 120 y si hay una curva a 90 grados la camioneta dobla, pero en la recta y en las curvas poco pronunciadas ayuda mucho a mantener el vehículo dentro de las lineas. Conclusión, un viaje más placentero para todos. Piloto y pasajeros.
Una vez llegados a Las Leñas, le tocaba el turno de demostrar a la indumentaria, y poner a prueba la tecnología que ya tenemos hoy disponible para viajar en moto. Hasta ahora no habíamos podido probar la ropa de LS2 en temperaturas extremadamante bajas. Sí hemos andado con frio en nuestro primer road trip en invierno y en alguna edición de la 800Km Patagonia Classic, pero siempre por encima del cero.
El viaje a la nieve era una buena chance para hacer un tres en uno. Frio, nieve y golpes sin necesidad de tirar motos al piso. Así que decidí probar los equipos separados en tres grupos. Yo solo utilicé la ropa térmica de LS2 -camiseta, pantalón y medias- y unas antiparras de motocross -que resultaron ser un diez-, después equipé con pantalón y campera a un amigo que anda bastante bien en la nieve con el que íbamos a andar bien arriba donde hace más frio y, por último, a otro un poco más principiante solo le presté un pantalón aprovechando que iba a hacer snowboard en nieve más húmeda y se la iba a pasar con el traste contra el piso, como la mayoría de los que hacen patineta.
Hace muchos años, cuando no existía la tecnología de materiales que existen hoy -cordura, microfibra, kevlar, neoprene, softshell, etc-, en este tipo de condiciones uno debía ponerse varias capas de ropa para estar bien abrigado contra el frío, pero los resultados eran siempre los mismos: menos movilidad para el cuerpo, en el momento en el que uno comenzaba a hacer ejercicio pasaba calor y esta ropa no ayudaba a eliminar la transpiración, por lo que uno se mojaba y cuando se terminaba de esquiar, comenzaba a pasar frío con la ropa húmeda.
Afortunadamente todas estas nuevas tecnologías en los materiales que se utilizan para la indumentaria deportiva han llegado para hacernos la vida más fácil y confortable. No es casualidad que una de la marcas más importantes del mundo en indumentaria de moto, también lo es para el esquí.
En lo que a ropa térmica respecta, utilicé únicamente un conjunto Basic de LS2 y unas medias Rival de NineToOne y arriba de eso mi pantalón y campera de esquí, sin los rellenos térmicos con los que cada uno venía equipado. Al principio pensé que sería insuficiente, puesto que en la zona de Marte, Júpiter e Iris -la parte más alta de la montaña- si el viento sopla fuerte la temperatura puede ser realmente baja, al punto que pueden cerrar los medios de elevación. Este no fue el caso, pero en el segundo día de esquí llegaron a registrarse -12˚C arriba del todo. El resultado de la ropa térmica no solo me sorprendió por no haber pasado frío en absoluto, sino que además toda la transpiración de 4-5 horas de bajadas sin parar se eliminó por completo, porque siempre me mantuve completamente seco.
Lisandro, a quién vestí de pies a cabeza con los pantalones Chart y la campera Gallant, quedó más que satisfecho con el abrigo y la protección que le brindó la ropa. La campera si la utilizó con el relleno interno, no así los pantalones, los que complementó con unos calzoncillos largos. Totalmente impermeable el conjunto, que además se puede unir con el sistema de cremallera que lo convierte en una especie de mono, pero en los momentos en los que levantó la temperatura corporal por ejercicio pudo abrir las ventilaciones de la campera para eliminar la transpiración y mantenerse seco. Incluso en el segundo día, cambió unos guantes que había alquilado por unos LS2 de softshell de hace dos temporadas que había llevado conmigo por si las moscas.
El último voluntario, Eugenio, también utilizó el pantalón Chart, sin el relleno térmico que este trae, sino que optó por utilizar ropa interior térmica, y terminó la aventura en la nieve sin mojarse y sin moretones, al menos en las piernas. Si hay alguien en la montaña que tiene que tener un buen pantalón que lo proteja del frio y sobre todo le mantenga el poporembó secó es el que hace snowboard. Básicamente porque los patinetas se la pasan con el trasero apoyado en la nieve cada vez que se caen y cada vez que paran a descansar, así que si el pantalón no es bueno todo puede traducirse en una jornada bastante desagradable. En ese ámbito, los pantalones de cordura de LS2 pasaron la prueba brindando protección contra el viento y el frío, manteniendo al rider seco y dandole protección extra a la hora de castigar contra el piso a buena velocidad.
Así concluyó este viaje a la nieve con amigos, en una prueba experimental para ver hasta dónde puede llevarnos bien protegidos la ropa que utilizamos en la moto desde hace dos años y que todavía no habíamos podido probar en condiciones extremas. Sobre todo a la hora de golpearnos.
Lo cierto es que la indumentaria que venimos probando desde el comienzo de Motoblog puede llevarnos bastante más lejos de lo que nosotros pensábamos.
3 Responses
hola como estan? aprovecho esta nota de indumentaria para consultarles acerca de los grados de proteccion REAL de las misma, llevo tiempo buscando calzado con proteccion y la verdad que todavia no di con un local de ropa en la que el vender entienda minimamente que es lo que esta vendiendo. tienen info al respecto de donde uno puede interiorizarse sobre un tema tan importante?
gracias!!
Estaría bueno tener la parte técnica, que nivel de protecciones disponibles hay y con cuales viene (CE nivel 1 o 2) en cada parte. Si bien existen en internet explicaciones al respecto (y si manejas el ingles te recomiendo el canal de youtube Fortnine), estaria bueno que desde el blog hicieran algo de eso
Las protecciones de la ropa de LS2 es CE nivel 2, en hombros, codos, espalda para la campera y en rodillas y cadera para los pantalones. En la página de LS2 están todas las especificaciones de la indumentaria.