Hay una característica de las Moto Guzzi que atraviesa a todos los modelos de la marca hoy, y que les da du característica distintiva. Estas características están dadas par sus motores bicilíndricos varilleros con la V transversal, asociada a esta condición, una transmisión final por eje cardánico. Hasta hace no mucho tiempo todas las Guzzi eran refrigeradas por aire y aceite, pero con la llegada del motor 1000 de la V100S Mandello y la Stelvio, se introdujo un poco más de performance con refrigeración líquida. Ah sí, y no olvidar que todas las motos son hechas a mano en Mandello del Lario, frente al Lago di Como. Eso es Moto Guzzi concentrado en un párrafo.
Pero parece que el Grupo Piaggio tiene otros planes para su marca más artesanal, y quiere llevar los volúmenes del negocio a otros números, utilizando el motor de 457 cc. que desarrollaron para sus RS y Tuono, inicialmente, y que también se espera que equipe a una versión de menor cilindrada de la Tuareg. Pero también es real que Aprilia tiene, de alguna forma, ciertos límites demarcados por su espíritu deportivo, tanto en la pista como en el rally, y que el desarrollo de una moto con un aspecto más de paseo, quizás no le queda tan bien, así que se entiende la decisión de utilizar a Moto Guzzi en esta iniciativa.
Piaggio cuenta con sus propias instalaciones en Baramati, India, desde donde comenzó a fabricar estos productos de la familia 457 y desde donde salen otros productos del grupo, como las Vespa 150, las Aprilia 160 y 200, entre otros. Y teniendo en cuenta lo que cuesta llevar adelante el desarrollo de una plataforma totalmente nueva, también se comprende la idea de querer escalar la producción y las ventas a otro nivel, y es por esto que Moto Guzzi estaría incorporando esta mecánica, porque sería inviable desarrollar un motor específico para la marca del águila solamente para preservar su identidad. Hoy no dan los números.
Así fue como los austríacos de Motorrad Magazin encontraron a la primera Guzzi con motor bicilíndrico en paralelo, refrigerado por agua, y transmisión final por cadena. Pero respetando la identidad de la marca desde lo estético, con una moto de diseño clásico y con los característicos amortiguadores traseros dobles con los espirales en rojo. El motor es el 457 de Aprilia -o de Piaggio-, que entrega 48 caballos de potencia y 44 Nm de torque, por sus limitaciones para el segmento A2, pero que seguramente puede estirarse bastante más.
Obviamente la mula todavía es un Frankenstein, que promete un diseño atemporal pero que está armada con un rejunte de piezas y partes hechas a medida en el centro de diseño de los italianos. Y fue este mismo rejunte de piezas que delató a la moto, ya que sus ópticas traseras son las mismas que tiene la V85TT de Moto Guzzi.
¿Será parte del enorme stand del Grupo Piaggio este año en EICMA? ¿Con qué nombre lo hará? Como sea, es una movida interesante por parte de Piaggio-Moto Guzzi, para darle mayor visibilidad y volúmen a la marca.
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2 respuestas
Me imagino una estrategia similar a la de HD, motos de entrada de gama, que nada tienen que ver con el ADN de la marca, y sólo para mercados emergentes.
Lástima que van por una doble rodado 17″. Una 19/17″ sería un mejor producto para plantarle lucha a las Scramblers del segmento medio, aunque la marca creo no tiene ninguna moto de ese tipo.
Igual el grupo está durmiendo con la Tuareg 457.