800km Patagonia Classic Día 3: Confluencia – Embalse Alicurá

El viernes por la mañana arrancó el 3er día del evento, el segundo día de la carrera. El tiempo amenazaba pero el destino prometía. El viernes era uno de los días mas largos con mas de 300 km por recorrer.

Por la mañana se vieron muchas motos que, luego del primer día de pruebas se habían hecho evidentes algunos problemas que tuvieron que ser solucionados antes de salir.

El primer destino fue el puerto de Villa la Angostura, donde se llevó a cabo la primer prueba cronometrada del día.  La mañana arrancó fea, con algunas lloviznas, pero, según los pronósticos iba a mejorar. Luego de cumplir con las pruebas, seguimos camino hacia Villa Llanquín.

Una vez llegados había 2 opciones, cruzar por un puente colgante o sobre la “Balsa Maroma”, una atracción turística por si sola. Una vez en el pueblo, paramos a tomar un café y se llevaron a cabo otras pruebas cronometradas al rededor de la plaza principal que prácticamente abarca todo el pueblo.

Luego de que terminaran las pruebas y de revolucionar un poco el pueblo seguimos por la ruta 237 con rumbo al Embalse de Alicurá, pasando por un tramo de ruta sumamente exigente para las motos mas antiguas… Y sumamente divertido para las mas nuevas.

Allá se realizó la ante-ultima prueba, y se emprendió la vuelta con destino a una isla escondida a la que solo se accedía en una lancha. Comimos bien y disfrutamos el paisaje y la tranquilidad. Los pilotos aprovecharon para recuperar un poco la temperatura quedandose un buen rato al sol.

Después de la comida y un rato de relax en la isla, seguimos camino a la ultima prueba cronometrada y luego de vuelta al hotel. El día acompaño, y las motos se disfrutaron a fondo.

En el hotel los pilotos se fueron casi sin escalas a la pileta climatizada, a tomar algo o a descansar en el Correntoso Lake & River Hotel, antes de prepararse para la cena y la charla técnica con la información para el ultimo día de carrera que les vamos a resumir mañana!

***

El desayuno fue corto, las ansias eran grandes.

Una Triumph Bonneville 75o de los 70´s que perfumó el ambiente con un poco de aceite quemado.

 Algunas se despertaban sin mucho problema, como esta BMW que regulaba tranquila en el frío de la mañana.

La primer parada en el cruce de la Ruta 40 y 237.

Con las manos en la masa, o tapa de cilindros en este caso. Cualquier cosa valía con tal de entrar en calor.

La YPF de confluencia, parada obligada para algunas motos.

El tanque de aceite de la Bobber era una buena forma de tomar una panorámica.

La Harley Flathead descansando después de una prueba cronometrada.

 

La Balsa Maroma haciendo un cruce histórico.

Chiche prefirió el puente.

Villa Llanquín se revolucionó con la llegada de las motos.

La HRD en estado salvaje.

Y después llego la hora del almuerzo, con las motos estacionadas a la vera del Limay.

Tomamos una lancha para llegar a la isla donde nos esperó un buen almuerzo y un merecido descanso.

Descansando un rato antes de retomar la ruta.

3 Responses

    1. La cobertura fue en una de las RAM de la organización. Lamentablemente no pudimos llevar una moto hasta allá. El año que viene vamos a hacer todo lo posible para estar con una moto.
      De todas formas íbamos siguiéndolos bien de cerca!

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