Actualizar con la tecnología de hoy una moto de estilo clásico no es una tarea tan simple, sobre todo si uno quiere mantener el espíritu y la estética atemporal de esos modelos. Triumph tiene varias familias de productos, algunas más modernas que otras, y de hecho ha diversificado enormemente su oferta de modelos en los últimos años con la incorporación de sus motos de baja cilindrada y toda la línea off-road, pero sin dudas la familia Bonneville sigue siendo, a nivel global, el núcleo de la marca, y por eso es tan importante cada vez que se realiza algún tipo de modificación en esta línea de producto.
Para 2026 la renovación abarca a las Scrambler 900 y 1200, las Bobber y Speedmaster y las T100, T120 y T120 Black, que recibirán una actualización desde lo técnico y lo estético buscando mantener la esencia de las motos de este estilo. Auténticos íconos. 100% inconformistas es el lema de Triumph para esta renovación de las Bonnies, reafirmando el compromiso por conservar el estilo clásico con la tecnología de punta.
La actualización que abarca a todos los modelos comprende la incorporación de una IMU de 6 ejes que permite incorporar ABS y control de tracción con optimización para su funcionamiento en curva, resultando en una conducción más segura y que transmite más confianza, más allá de la experiencia del usuario.
A esto se suma control de velocidad crucero, iluminación full LED con DRL y puerto de carga USB integrados discretamente para no alterar el diseño clásico de los modelos. Y un detalle nuevo es que toda la familia Bonneville es compatible con la licencia A2 gracias a un kit de limitación que va a estar disponible también para las versiones de 1200 cc.
Por el lado de la Scrambler 900 la mejora puntual viene por el lado de una revisión del chasis, un nuevo basculante de aluminio y nuevas suspensiones Showa de alta performance y frenos radiales con un disco delantero más grande. Llantas de aluminio reducen el peso y mejoran la agilidad de la moto. También se actualiza el cuadro de instrumentos, la iluminación full LED y la opción de contar con conectividad Bluetooth, sin resignar la esencia scrambler clásica que le dio orígen.
La Scrambler 1200 XE, por su parte, se actualiza con la incorporación de un combinado Showa-Öhlins totalmente regulable y con 250 mm de recorrido -más que una Aprilia Tuareg 660-, mejorando ostensiblemente su capacidad off-road y reforzando su estabilidad en asfalto, buscando ofrecer un comportamiento equilibrado y una moto versátil. Una auténtica trail con estética clásica y con un motor que es una delicia.
Las Bobber y Speedmaster mejoran uno de sus puntos más flojos, ahora con un tanque de 14 litros, mejorando su autonomía que era bastante acotada con el depósito de 9 litros que tenían antes, un crimen para una moto de 1200 cc. que no le permitía hacer más de 150-180 kilómetros con un tanque. Ahora la Bobber tiene un asiento flotante más ancho y mullido, mientras que la Speedmaster mejora la comodidad de su asiento y cambia el manillar por uno más recto, ofreciendo una posición más relajada. Estos modelos también estrenana nuevas llantas de aluminio y control de velocidad crucero.
Mientras tanto la estética clásica de las Bonneville se mantiene como siempre, un buen trabajo por parte de Triumph en la renovación de sus modelos más icónicos, que seguramente vayan llegando a nuestro mercado conforme la marca reponga el stock actual y desde Triumph dejen de abastecer las anteriores versiones.
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