Desde este lado del mostrador, o de la pantalla, el mundo de las motos en la diaria se mueve al ritmo de las noticias principalmente. Que se lanzó tal moto, que subió tal impuesto, que tal marca pasó a manos de tal empresa, que se filtraron fotos de esto y de aquello, pero en el fondo todo ese universo de desarrollos, fotos, noticias, lanzamientos e impuestos convergen en algo muchísimo más importante y que normalmente no sale en ningún medio: las historias de cada uno de nosotros.
Para Motoblog la comunidad es super importante, y esperamos poder compartir las historias que ustedes consideren que merecen ser contadas. Algunas estarán mejor relatadas, otras tendrán más aventuras, otras más riesgo, otras más adrenalina, pero seguramente todas estén impulsadas por el mismo combustible que es la pasión que tenemos por este maravilloso mundo de las motos.
Saddam Mascali es alguien como cualquiera de nosotros. Bueno, no, me corrijo. Es alguien como cualquiera de nosotros que nació en una casa donde la moto era bienvenida y en Córdoba, ingredientes que lo diferencian bastante y lo ponen arriba de dos ruedas bastante antes en su vida que a otros. Y eso da un poco de envidia, al menos a mí. Sana, no sana. Envidia al fin.
Si bien no nos conocemos personalmente, eso no cambia tanto las cosas, ya hemos estado en contacto algunas veces en estos años. Andando y desandando los caminos de Motoblog, nos hemos metido en todas partes para estar al corriente, y en algún que otro grupo de redes sociales ya lo habíamos junado, bastante antes de que comenzáramos diálogo alguno. Así que algunas de las cosas que cuenta aquí, en formato entrevista, ya las sabíamos. No es famoso, ni una celebridad, pero en nuestro ejercicio de observación siempre encontramos cosas o personas que se destacan. Y este pibito era inquieto, y preparaba la moto, y se metía en los track days y compartía sus andanzas.
Por suerte las motos te conectan con la gente, y en algún momento nos pusimos en contacto, allá por 2018. Y hablando estos días, le propuse contar su experiencia en formato entrevista, porque me pareció interesante que conozcan algo que puede hacer que muchos más se animen a este tipo de cosas. Al final es un poco el objetivo central de Comunidad Motoblog, permitir que unos cuenten y compartan su historia y que del otro lado otros la disfruten y algunos se animen a dar el paso.
Puede ser un buen comienzo para muchos, nuestro invitado de hoy se está preparando para correr su tercer latinoamericano.
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– ¿Quién sos?¿A qué te dedicas?
– Mi nombre es Saddam Mascali, tengo 29 años y me dedico de manera amateur al motociclismo de velocidad.
– ¿A qué edad empezaste a andar en moto? ¿Cuál fue tu primera moto? ¿Cómo te metiste en el motociclismo de competición?
Empecé a andar en moto a los cuatro años con una Honda QR50, pero era recreativo nomás. A los 9 años corrí en minicross, fueron un par de años hasta que llegué a la categoría 80 cc. y terminé dejando. A los 17 años volví a subirme a una moto e hice 2 años de motocross en la categoría MX2. Esos fueron mis arranques.
En el 2015 compramos con unos amigos unas Duke 200 que recién ingresaban al país. En realidad eran más para viajar, para hacer paseos y arrancamos con esas cosas. Hasta que empezamos a ir a Copina, un lugar que hay acá en Córdoba con curvas, y después al Cabalén a los giros libres y cuando nos metimos con esto del autódromo no nos divirtió más andar tanto en la calle. Sobre todo teniendo en cuenta el pasado. Una vez que corriste es como que te queda eso adentro. Así que bueno, ese fue mi inicio. De la Duke 200 pasé a una 390 y de ahí a una ER6N que la usé una sola vez en el autódromo de Termas y ese fue el momento en el que dije quiero correr en moto.
Se estaba formando la categoría GP3 para el año siguiente, 2018, así que como me gusta bastante la marca KTM compré una RC390 y empecé a armarla para comenzar en esto de la pista.
– ¿Desde cuándo corres en motos de velocidad?
El superbike arranqué en ese 2018, en marzo, hicimos las primeras pruebas en el Campeonato Superbike Centro Argentino. Era el debut de la categoría GP3 y se había puesto muy competitivo, habían venido muchos chicos del nacional y tuvimos nuestro debut también. Previo a esto había tenido experiencia en el RXP, los track days que se hacían en Termas y ahora los hacen en San Juan, así que esa fue un poco mi previa a la competencia. Pero mi debut fue en el 2018 en el Superbike Centro.
– ¿Qué tal fueron tus experiencias anteriores en el GP3 de las Américas?
Las experiencias anteriores en el GP3 de las Américas fueron tres fechas del Superbike Centro, debutando en Marcos Juarez donde hicimos podio y quedamos muy muy contentos porque realmente no lo esperábamos puesto que había muy buen nivel. Después en Rio IV se suspendió la actividad porque falleció un competidor. Pero estábamos realmente contentos porque el nivel era bastante bueno. Así que luego de eso fuimos al primer GP3 de las Américas, que se hacía en San Juan junto con el WSBK. En ese GP3 corrí en la categoría B, que cambia la reglamentación de las suspensiones y algunos otros detalles. La verdad que éramos muy nuevos para todo ese mundo, nos pareció alucinante. Gané la categoría en la primera carrera, porque son dos tandas, y en la segunda se nos rompió la caja de la moto en la vuelta previa, así que no pudimos cerrar un fin de semana redondo pero fue una muy buena experiencia.
Después, por suerte, en marzo de 2019 pudimos correr en Termas nuevamente en el GP3 de las Américas y ahí nos fue mejor. Ganamos las dos carreras sábado y domingo. Corríamos junto al MotoGP como categoría soporte. Ganamos la categoría a nivel latinoamericano y quedamos novenos en la clasificación general. Para alguien que no se dedica 100% a esto es un logro enorme. Para mi es excelente, no soy profesional y cada uno tiene su trabajo y otras cosas. Esa es la experiencia que llevamos acumulada. Hemos hecho otras carreras, pero las más importantes serían estas.
– ¿Cuál es el calendario para este año?
Para este año el calendario era una incógnita hasta hace poco, pero afortunadamente se armó el campeonato en el Villicum, son 5 fechas que arrancan el 1 y 2 de mayo y nos va servir muchísimo de preparación para octubre para el GP3 de las Américas, cuando vuelva el WSBK a San Juan si Dios quiere y la pandemia lo permite.
– Hablemos de la moto. ¿Con qué moto corres? ¿Qué diferencias tiene con la que sale del concesionario? ¿Cuánto mejora el peso y las prestaciones?
En cuanto a la moto, en el equipo tenemos armadas dos KTM RC390. Esta moto viene con todas las especificaciones nuevas, es decir acelerador electrónico y cambios en la tapa de cilindros con los que se han evitado ciertos problemas que tenían las motos anteriores. Las diferencias con la moto que cualquiera saca de un concesionario son muchas. Las suspensiones son originales por fuera pero están trabajadas por dentro, la trasera por ejemplo tiene nitrógeno que originalmente no trae y la delantera tiene regulación de rebote. Siguen siendo suspensiones dentro de todo básicas pero con esos cambios la moto cambia muy mucho -dicho con acento cordobés-. Y esa es una de las cosas más importantes.
Las cubiertas que utilizamos son semi slicks, Dunlop Alpha 13, y los frenos tienen que mantener la bomba y caliper originales, así que utilizamos las pastillas Brembo doradas TTHH.Los carenados son de fibra y también el soporte del carenado frontal y el tablero es de aluminio para ahorrar peso, baterías de litio, la cadena más liviana, sin o’ring, corona de aluminio, piñon perforado que es más liviano, pedaleras de aluminio, elevadas y retrasadas para tener una postura más racing, igual que los manillares que son otros y son más bajos.
En cuanto al motor, no se puede modificar y permanece estándar, pero si tiene otro filtro de aire, el escape está hecho a medida y la electrónica que nos las hace Power Injection acá en Córdoba y les tengo que agradecer porque la verdad que la moto anda muy muy bien. Esas son las diferencias con una RC normal. Para que se den una idea, hoy estamos en 140 kilos de peso, son unos 16-17 kilos menos que la de fábrica, y las prestaciones cambian bastante. No tenemos a ciencia cierta la velocidad máxima de la moto en una recta sin límite, pero en Termas medida por GPS la moto llegó a 194 km/h. La aceleración cambia también, la moto tiene más potencia y menos peso y con las suspensiones cambia mucho el paso por curva y el agarre de las gomas. Cambia totalmente, si bien las modificaciones no parecen muchas se transforma en una pequeña moto de carreras.
– ¿Qué esfuerzos implica armar una moto para competir en el latinoamericano para un piloto amateur?
Son muchos, porque hoy en día es todo muy costoso. La mayoría de las piezas de competición son importadas, y eso es mucho a nivel económico y en tiempo, porque muchas cosas las tratamos de hacer nosotros. Pero se justifica, porque es lo que uno disfruta, es la pasión. Siempre con ayuda de amigos, del trabajo, de fines de semana adentro y días de semana hasta tarde tratando de terminar. Se le trata de dar forma a la moto y armarla lo más competitiva posible. Siempre hay cosas que quedan, que faltan, pero dentro de todo tenemos una moto que es bastante competitiva.
– ¿Cómo hay que prepararse para competir?
Para andar bien en esto es como cualquier otro deporte y la única forma es entrenando con la moto. Lamentablemente es muy caro ir a entrenar por los costos, principalmente los del autódromo y de las gomas, es complicado ese tema para un aficionado. Y encima tuvimos un parate largo con el tema de la pandemia, acá el autódromo se habilitó recién a finales del año pasado y muy poco. Lo que se hizo fue ir a los kartódromos, sobre todo el de Santiago del Estero, donde voy con Beto Auad y entreno con él que tiene una escuela de pilotos. Así que metemos mucho kartódromo que te da mucha resistencia, porque te cansa muchísimo, y te da mucha agilidad, tenés que ser muy preciso. Y otra cosa que estuve haciendo desde mediados del año pasado es entrenar en motocross, que si bien no es lo mismo, es andar en moto, son horas de moto y es una disciplina que te da mucho control sobre el acelerador y tenés que ser muy rápido para elegir las líneas. Te ayuda y te genera una agilidad que por ahí la vas perdiendo si entrenas solo con la moto de pista. Está muy bueno, yo entreno con el Chino Freytes y, gracias a él, me saco el gusto de entrenar con figuras del ambiente de la moto muy grandes. Con los Benavides, con José Felipe y Marco Antezana, pilotos que son de primer nivel y que te ayuda porque aprendes un poco como se maneja un profesional y como se maneja un equipo profesional.
Así que esa fue nuestra preparación el año pasado y este año volvimos con lo mismo. Seguimos haciendo motocross, volvimos al kartódromo, y con todo un poco más abierto hemos vuelto a entrenar en la moto de pista, hicimos dos pruebas, en Rio IV y en Villicum. Y a eso hay que meterle gimnasio, bicicleta, salir a correr. Tratar de mantenerse lo más activo posible, porque aunque no parezca es un deporte muy demandante físicamente. Esto es lo que yo personalmente llevo a cabo para estar bien.
– ¿Te ves con chances este año?
Para este año la idea es, si se hace, tratar de volver a ganar la categoría y apuntamos a eso. Por eso vamos al campeonato de San Juan, para entrenar en ese autódromo. Me veo con chances, ya lo pudimos hacer en 2019 y creo que este año lo podemos volver a hacer, y ese es el objetivo. También intentar escalar en la clasificación general del latinoamericano, volver a hacer un top 10 y tratar de acercarnos un poco más al top 5 que no está tan lejos.
– ¿Qué necesita un piloto amateur para llegar en buena forma?
Aparte de lo que tenemos, que es ganas y voluntad, se necesita mucho apoyo. Se hace muy cuesta arriba, incluso para los sponsors. Así que básicamente lo que más hace falta es apoyo económico y apoyo de empresas que estén ligadas al motociclismo. Que se involucren porque realmente sirve, a la gente le gusta ver la moto y ver qué tiene. Porque no es una moto de mundial, no es un fórmula 1 que uno no puede tener, es una moto que mucha gente tiene y puede tener, que les llama mucho la atención y les gusta. Se necesita apoyo de todas las marcas que están ligadas al motociclismo, no solo a nivel económico, sino indumentaria, partes de la moto, etc.
– Ojalá que el apoyo aparezca. El nuestro ya lo tenés, aunque no se puede vivir del amor. Pero bueno, en una de esas en un tiempo, más organizados y con mejor estructura, necesitemos tener un piloto de pruebas. Un Coloflow –como tiene Autoblog- de las dos ruedas. ¿Te ves ahí?
Obviamente que sí, la verdad que sería un honor y es algo tengo gans de hacer desde hace mucho. Hacer algo similar a lo que tiene Autoblog con el ranking, pero con las motos que tenemos acá. Las más vendidas, las que más se acercan al público, estaría muy bueno.
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3 respuestas
Capo Saddam! Mas de una vez nos hemos cruzado en los grupos de face. Siempre ayudando y aportando. Que sean todo éxitos!!
Que genio! Lamentablemente es un poco cuesta arriba, talvez no es una realidad que podamos compartir todos en la juventud. Que bueno que traigan estas historias para vivirlas un poco en el otro, tal vez una entrevista filmada o un vivo por Instagram seria genial!
Claro que si